El noveno gol del rosarino en un Mundial, en su partido 1.000 como profesional, llevó a la Albiceleste más allá de los octavos, donde se estancó cuatro años atrás, en Rusia 2018, superada por Francia, que terminó campeona.
Los octavos cuartos de final de la Albiceleste siguen la hora de ruta marcada el conjunto de Lionel Scaloni, que se sitúa a tres pasos de la Copa. Países Bajos, contra el que ha escrito Argentina varias páginas de momentos históricos, será el próximo obstáculo. Una exigencia mayor que la que encontró ante Australia, que dio sensación de ser incapaz de poner en peligro el objetivo sudamericano.
No hubo tiros a puerta ni acciones de peligro hasta que Messi lo sacudió con el gol del minuto 35, que llegó cuando menos se esperaba y cuando el equipo de Graham Arnold había iniciado la cuenta atrás para llegar al descanso indemne.
Una falta lateral llevó la pelota a Alexis Mac Allister, que realizó un pase interior que esperaba Nicolás Otamendi. El central paró el balón y lo recogió Messi, que ejecutó su tiro favorito. Con la izquierda, raso, pegado a un palo.
No había necesitado el rosarino alardear de sus virtudes. Bastó una aparición, un poco de chispa para echar por tierra todo el trabajo australiano. Con mínimo esfuerzo Argentina tenía de cara el objetivo que aseguró al inicio de la segunda parte, cuando Julián Álvarez firmó el segundo.
Un gol de delantero que se originó como premio a la presión de Rodrigo de Paul en la salida de balón del rival. Presionó al portero Matthew Ryan, que se lo quitó de encima. Lo recogió Julián y lo envió a la red, a puerta vacía.
Fue otro el panorama tras la sentencia que estableció el atacante argentino. La Albiceleste, con espacios, se sintió a gusto pero una acción aislada, de infortunio, lo cambió todo. Australia se encontró con un gol que le devolvió al partido cuando Craig Goodwin, que acababa de salir al campo, se topó con un mal despeje de Nicolas Otamendi. Chutó desde fuera del área. En el camino, el balón tocó en Enzo Fernández, despistó a Emiliano Martínez y atravesó la puerta.
Renació la incertidumbre. Australia se vio con opción. Estaba donde quería en el tramo final, con una desventaja mínima y con posibilidades. Amenazó más de lo que hizo en todo el partido y pudo empatar en el último minuto, pero le faltó calidad y convicción para poner en entredicho la superioridad de Argentina, que mantuvo la compostura y amarró su pase a cuartos.
— Ficha técnica:
2 – Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina (Ezequiel Palacios, m.80), Nicolás Otamendi, Cristian Romero, Marcos Acuña (Nicolás Tagliafico, m.72); Enzo Fernández, Rodrigo de Paul, Alexis Mac Allister (Gonzalo Montiel, m.80); Papu Gómez (Lisandro Martínez, m.50), Leo Messi y Julián Álvarez (Lautaro Martínez, m.72).
1 – Australia: Matthew Ryan, Milos Degenek (Fran Karacic, m.72), Harry Souttar, Kye Rowles, Aziz Behich; Matthew Leckie (Garang Kuol, m.72), Aaron Mooy, Jackson Irvine, Keanu Baccus (Adjin Hrustic, m.58); Mitchel Duke (Jamie MacLaren, m.72) y Riley Mc Gree (Craig Goodwin, m.58).
Goles: 1-0, m.35: Messi; 2-0, m.57: Julián Álvarez; 2-1, m.77: Enzo Fernández, en propia meta.
Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Mostró tarjeta amarilla a Jackson Irvine y Milos Degenek, de Australia.
Incidencias: encuentro de octavos de final del Mundial de Qatar 2022 disputado en el estadio Bin Ali de Al Rahyan ante 45.032 espectadores.
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