Caracas.- Un grupo de diputados venezolanos, contrarios al Gobierno, devolvió este jueves las acusaciones sobre supuestos planes de asesinato y aseguraron ser las víctimas en este tema y no los victimarios, como denunció ayer el dirigente chavista Diosdado Cabello.
La legisladora Delsa Solórzano dijo en rueda de prensa que las denuncias presentadas ayer por Cabello en la televisión estatal, en las que la acusan a ella y al diputado Renzo Prieto de querer matar a dos dirigentes oficialistas, son un «vil montaje» con el que pretenden silenciar las críticas al Gobierno por violaciones de derechos humanos.
«No pretendan que me van a callar, a mí no me silencia nadie», dijo Solórzano tras explicar que la persona que mostró Cabello como denunciante de los supuestos planes opositores para matar a chavistas se comunicó en mayo pasado con el Parlamento, de mayoría opositora, para advertir que su vida corría peligro.
En esa ocasión, prosiguió la diputada, el denunciante -un hombre llamado José Gregorio González León, quien había estado preso en 2018 por posesión de explosivos- envió al Parlamento audios, videos y fotografías para denunciar que un grupo de civiles armados adeptos al Gobierno le había pedido, a cambio de dinero, matarla a ella y a Prieto.
«Nosotros constantemente recibimos amenazas de muerte», remarcó Solórzano, quien aseguró no conocer en persona a González León y acusó a Cabello de estar «echando el cuento al revés».
Estas acusaciones por parte de la llamada revolución bolivariana, dijo, buscan distraer la atención del caso del capitán Rafael Acosta Arévalo, contrario al presidente Nicolás Maduro, quien fue asesinado mientras estaba en prisión y bajo custodia del Estado.
«La autopsia dice que lo mataron a golpes (…). En resumidas cuentas lo que significa es que lo reventaron a golpes», insistió sobre este caso en el que la Fiscalía y el tribunal manejan la hipótesis de asesinato.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, atraviesa una acuciante crisis que se agudizó en enero pasado, cuando Nicolás Maduro juró un nuevo mandato que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, proclamó un Gobierno interino.
La Administración de Guaidó cuenta con el apoyo de más de 50 Gobiernos, con el de Estados Unidos a la cabeza, pese a que no controla la burocracia o las Fuerzas Armadas del país.
EFE
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