El talento cinematográfico venezolano tiene un rostro inconfundible en Dayana Gauthier, una creadora que ha forjado su carrera a través de la narrativa visual y la edición. Nacida en Ciudad Guayana, estado Bolívar, Gauthier se ha consolidado como una de las figuras más prometedoras del cine nacional. Este 2024, su trabajo en el cortometraje «Salvador me estás dejando» fue reconocido con el premio a la Mejor Edición y Montaje en el Festival Nacional de Cine, un logro que comparte con su colega Alan Ohep.
Este cortometraje, dirigido por Leandro «Lioh» Navarro, cuenta la historia de Isla, una joven que enfrenta la soledad tras la emigración de su novio. Moviéndose entre los recuerdos y la realidad, Isla se instala en la casa abandonada de la familia de su pareja, enfrentándose tanto a las huellas de una relación pasada como al deterioro del lugar. La nostalgia y la soledad impregnan cada fotograma cuidadosamente montado por Gauthier y Ohep, quienes lograron que el ritmo del cortometraje reflejara esos sentimientos tan íntimos.
«El reto principal fue transmitir la nostalgia que siente Isla por la ausencia de su novio», confiesa Gauthier en una entrevista exclusiva con Nueva Prensa Digital. «Utilizamos un ritmo contemplativo en el montaje para crear una atmósfera nostálgica que apoyara la emoción y la narrativa de la película». Este enfoque, según Gauthier, fue clave para que la historia resonara emocionalmente con la audiencia.
Inicios de una vocación inesperada
El cine siempre había sido una pasión latente para Gauthier, pero el destino tuvo que intervenir para encaminarla hacia su verdadera vocación. «Fue algo de suerte», recuerda sobre sus comienzos en el séptimo arte. «Yo no sabía que existía la carrera de Medios Audiovisuales en el país. Viajé a Mérida a presentar la prueba para entrar en otra carrera en la ULA y estando allá lo descubrí y decidí inscribirme». Desde ese momento, su vida giraría completamente en torno al cine.
Graduada en 2008 de la Universidad de los Andes, en la especialidad de Medios Audiovisuales, mención Realización, Dayana Gauthier ha demostrado una versatilidad inusual en su campo. Ha trabajado en diversos géneros y formatos, desde documentales y videoclips hasta animación y publicidad. Según ella, todas estas experiencias han enriquecido su enfoque como cineasta. «Los distintos géneros y estilos con los cuales he trabajado a lo largo de mi carrera han enriquecido mi trabajo como editora, y mi trabajo como editora ha enriquecido a su vez mi trabajo como directora».
El éxito internacional que la impulsa a seguir creando
El reconocimiento internacional llegó en 2018 con «La Eternidad de Paula», un cortometraje sencillo, pero cargado de emotividad, que logró proyectarse en festivales de España, Estados Unidos y Brasil. La película se presentó en Cinema Venezuela, en Miami, marcando un hito en su carrera. «Fue alentador que un cortometraje realizado con tan pocos recursos fuera reconocido internacionalmente», comenta Gauthier, quien siempre ha apostado por la calidad narrativa por encima de las limitaciones económicas.
Este éxito tempranero le abrió puertas, pero también reafirmó su compromiso con contar historias profundas y relevantes. Sin embargo, la cineasta reconoce que hacer cine en Venezuela presenta desafíos únicos. «La migración de gran parte del personal técnico y artístico, el cierre de rental de equipos profesionales y la disminución de espectadores son algunos de los problemas que enfrentamos, pero el principal desafío es la falta de financiamiento».
Un futuro anclado a sus raíces
El futuro cinematográfico de Dayana Gauthier parece estar intrincado a sus raíces. Tras el éxito de «Salvador me estás dejando», Gauthier ya trabaja en su primer largometraje de ficción, titulado «KITAMA». Este proyecto, protagonizado por una mujer indígena y hablada en taurepan pemón, promete ser una obra profundamente conectada con la cosmovisión indígena de la Gran Sabana. «Este nuevo trabajo busca integrar la narrativa plasmada en la cosmovisión indígena Pemón, con el arquetipo de la mujer salvaje a través del realismo mágico», explica Gauthier, quien se muestra emocionada ante el desafío de contar una historia que refleja la cultura de su país y de su estado natal, Bolívar.
A pesar de los desafíos económicos y sociales, Gauthier se mantiene optimista sobre el futuro del cine venezolano. «A pesar de las dificultades, siempre existirá la necesidad de comunicar. El cine venezolano seguirá creciendo y resistiendo». Su esperanza es que, con proyectos como «KITAMA», el cine nacional pueda proyectarse aún más en la escena internacional.
Un legado por construir
A medida que sigue construyendo su carrera, Gauthier no pierde de vista los retos por venir. «Los próximos años estarán dedicados a KITAMA, y la meta inmediata es conseguir el financiamiento para realizar la película. Hacer cine requiere de varios años de trabajo y un gran presupuesto», explica. Pero con su equipo comprometido, Gauthier tiene plena confianza en que logrará materializar este ambicioso proyecto.
Para los jóvenes cineastas que comienzan su camino en la industria, Gauthier tiene un consejo claro: «Que no se rindan. Que crean en ellos mismos y sigan trabajando por hacer realidad las películas que sueñan». Ella, sin duda, es un ejemplo viviente de cómo el talento, la perseverancia y la pasión pueden abrir puertas incluso en los contextos más difíciles.
Dayana Gauthier sigue siendo una de las voces más interesantes y comprometidas del cine venezolano, y su futuro promete estar lleno de nuevas y emocionantes historias que contar. Desde sus primeros cortometrajes hasta su inminente largometraje, su carrera continúa evolucionando, demostrando que, para ella, el cine no es solo una profesión, sino una forma de vida.
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