El clamor de la gente es inevitable; ellos piden, pero nadie escucha. Esta comunidad campesina, ubicada detrás del sector Inés Romero en San Félix, lleva años resistiendo y esperando soluciones.
El Platanal se fundó incluso antes que los barrios vecinos Inés Romero, El Peghal y otros de la parroquia 11 de Abril. Sin embargo, sus moradores padecen la ausencia de servicios básicos: no cuentan con energía eléctrica, agua por tuberías ni redes de aguas negras.
Un colector que divide El Platanal de Inés Romero colapsó hace tiempo debido a la acumulación de basura y escombros que vecinos ignoran al arrojar sin control en la canal. La calle diagonal, que recorre el barrio por varios kilómetros, quedó incomunicada, convertida en un basurero repleto de maleza que impide el paso de vehículos y dificulta la vida cotidiana.
Residentes abandonados
Las calles de El Platanal son de arena. Sus residentes han luchado por conseguir asfaltado, aceras, brocales, alcantarillado, tendido eléctrico y agua potable, pero aún no logran obtener esos servicios básicos.
Jesús Daniel Montes, ciudadano con discapacidad, afirmó que enfrenta a diario los graves problemas del barrio: “No tenemos luz desde hace mucho tiempo y no sabemos cuál es el motivo; tampoco recibimos agua por tuberías, la que tenemos es la que cae del cielo cuando llueve”.
Lamenta que una comunidad con tantos años de fundada no tenga servicios básicos, mientras los sectores vecinos sí los disfrutan.
Andrés, otro vecino, sostiene que los habitantes están resignados: “Son tantas las veces que hemos pedido a los anteriores gobernadores y alcaldes, que ya no queremos seguir mendigando”.
Según los más afectados son los niños, mujeres, ancianos y personas con discapacidad, quienes sufren a diario y deben alumbrarse con velas o mecheros, arriesgándose a sufrir un incendio si se quedan dormidos sin apagarlos.
Desidia perenne
Olga Acuña, cuya familia fue fundadora de esta comunidad que se comunica con Las Piñas de Cacahual y Las Morucas, recordó que hace más de 40 años esta zona era monte y culebras. Luego se construyeron las casas de Inés Romero, escuelas, un puesto policial, y más tarde la urbanización El Peghal y el sector Invibolívar, con todos los servicios, mientras ellos quedaron excluidos.
Admitió que altos funcionarios de gobiernos anteriores, nacionales, regionales y municipales, prometieron servicios básicos, pero los vecinos siguen esperando.
Acuña no quiere desistir como los demás y considera que es una necesidad vital para la comunidad que los gobiernos de turno resuelvan la crisis en El Platanal.
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