Madrid.-«Salvar el Tour de Francia para salvar la temporada» en un año crítico por la pandemia del coronavirus es la idea central en la que coinciden la mayoría de los especialistas de ciclismo de la prensa nacional e internacional, aunque algunos se refieren a la posibilidad de un año sin carreras.
Consultados por EFE, los periodistas de diversos medios opinan sobre la situación actual del ciclismo y la trascendencia del Tour en medio de la peor crisis desde la II Guerra Mundial.
José Andrés Ezquerro (Diario As)
El Tour va a ser el punto de inflexión de la temporada 2020 y el termómetro de la crisis. Si finalmente se celebra, significará salvar mínimamente la economía de su deporte. Si se anula provocará una quiebra que ya prevén y temen muchos equipos y organizadores. Sin carreras no hay visibilidad ni retorno para los patrocinadores, así que el problema que afronta el ciclismo es muy grave.
Nacho Labarga (Marca)
La situación del ciclismo es muy preocupante, puede ser uno de los deportes más dañados debido a que los equipos ciclistas viven de los patrocinadores al cien por cien o casi. El ciclismo, que vivía una de sus mejores épocas en cuanto a lo económico, va a tener que dar un paso atrás.
La grandeza del Tour está fuera de toda duda por historia y lo que supone para equipos, marcas, patrocinadores, aficionados y ciclistas. Lo primero que habría que intentar hacer en esta temporada es salvar el Tour. Porque, si no se lleva a cabo la ronda francesa, son varios los equipos que probablemente desaparecerían.
Manuel Martínez (L’Equipe/FRA)
Es una situación nueva y confusa, con una cosa en común: una conciencia general por parte de todos los corredores de que este es un problema grave y de que la salud va delante del ciclismo. Esta pandemia tendrá consecuencias económicas en el futuro. El miedo a que los patrocinadores se vayan y los equipos desaparezcan es muy real.
Como era de esperar, la UCI dará prioridad absoluta al Tour de Francia, incluso si la carrera tiene que comenzar en septiembre. El Tour de Francia es la carrera a salvar en primer lugar.
Ciro Scognamiglio (La Gazzetta dello Sport/ITA)
El ciclismo está entre los deportes mas afectados por la pandemia debido a su modelo de financiación, dependiente en un 90 por ciento de los patrocinadores, que si entran en dificultad no pueden aportar dinero y los equipos no pueden pagar a sus plantillas.
Creo que habría que estudiar un nuevo modelo para que los equipos recauden dinero de otras partes, no solo de los patrocinadores. De lo contrario, muchos equipos pueden morir después de la pandemia.
La previsión con el Tour es difícil, pero soy optimista para que pueda empezar en las fechas que ahora se barajan.
Carlos Arribas (El País)
La sociedad necesita el Tour y su celebración sería un síntoma de regreso a la normalidad, pero ésta solo llegará cuando se descubra una vacuna eficaz, y se habla de que llegará en un mínimo de 8 meses. Me parece que este año lo terminaremos sin volver a ver ciclistas con dorsal. El ciclismo, como todos los deportes, como todos los sectores de la economía, sufrirá un duro golpe, pero como todos, deberá renacer la próxima primavera, quizás sobre unas bases más lógicas, sensatas y sostenibles.
Fernando Llamas (El Mundo)
El Tour de Francia es la única carrera imprescindible, la que el ciclismo debe salvar para evitar la ruina absoluta. Creo que su celebración es muy probable este año. Habrá corredores que tendrán dificultades en su movilidad, incluso a mediados de julio, y los estados de forma no serán los mismos que en una temporada normal.
Si se celebra, se intentará salvar a las otras dos grandes vueltas. La Vuelta quizá se vea obligada a sacrificarse para dar espacio al Tour, con la que comparte empresa propietaria. El Giro en octubre tiene mala pinta, sobre todo porque sus etapas de gran montaña podrían quedarse en nada por el clima otoñal a 2.000 metros de altitud.
Jesús Gómez Peña (El Correo)
Los equipos de ciclismo no venden nada. Anuncian. Y si el mercado mundial está cerrado no hay clientes. El futuro de las grandes escuadras está en grave riesgo. Son demasiado caras.
Muchas no resistirán un año de vacío. También peligran las estructuras pequeñas, pero creo que al tener presupuestos muy inferiores unas cuantas saldrán adelante. En cualquier caso, todos tendrán que adaptarse a tiempos de vacas flacas. El ciclismo ha sido casi siempre un deporte pobre. Resistirá. Si no es con un autobús de lujo, será con una furgoneta.
La estructura actual del ciclismo de elite vive del Tour. Sin él, está perdida. Necesita que se dispute aunque sea en otoño. Y, preferiblemente, con público. Celebrarlo a puerta cerrada sería una opción desesperada pero mejor que su anulación. Ojalá, como tras las guerras mundiales, sea símbolo de la regeneración.
José Carlos Carabias (ABC)
El impacto en el ciclismo será potente. Habrá equipos que lo pasarán mal, pero no creo que el efecto vaya a ser mayor que el del Tour del Festina o los escándalos de dopaje (Operación Puerto, Armstrong). Ahí se cuestionó la credibilidad de un deporte que puso contra las cuerdas a los patrocinadores, como sabemos el sostén del ciclismo.
El Tour se niega a claudicar. La viabilidad de muchos equipos depende de esta carrera y por eso todos están remando en la misma dirección. Podría correrse en agosto y septiembre, como se está comentando, y no pasaría nada.
Sergi López Egea (El Periódico)
Soy muy pesimista con el Tour, pero tengo alguna esperanza de que se pueda hacer en las fechas que suenan. Hoy por hoy no veo en una Francia confinada a un millón de personas en las carreteras, 200 corredores en un pelotón y 5.000 personas acreditadas moviéndose cada día de ciudad en ciudad.
Domingo García (La Razón)
Para el ciclismo es un golpe tremendo el parón que ha provocado el Covid-19, especialmente para la clase media. El ciclismo vive de la publicidad y en estos momentos resulta complicado mantener un patrocinio totalmente invisible. Las multinacionales que patrocinan las grandes estructuras del World Tour podrán tener más paciencia, pero la supervivencia para los equipos medianos será más complicada.
Las grandes carreras tienen prioridad en el calendario, grandes contratos de televisión y patrocinadores más fuertes. Para otras carreras la supervivencia se complica. Ya pasó en España después de la última crisis. Desaparecieron equipos y carreras que se habían empezado a recuperar. Habrá que ver si resisten otro golpe.
Josué Elena (TVE)
El Tour de Francia es el orgullo nacional en crudo. Algo tan francés como la Torre Eiffel o la Marsellesa. Una gigantesca bandera tricolor que mueve a miles de personas cada día entre equipos, organización, periodistas, gendarmería y aficionados. Disputarlo en un país en el que en la última semana han muerto 1.400 personas al día sería una irresponsabilidad. Inviable también por la condición física de los propios deportistas, que ahora están haciendo rodillo en casa.
Lo más sensato sería cancelar toda la temporada. Y esa es una decisión que no quiere tomar nadie: el motor del ciclismo es la publicidad y quien apriete el botón de «cancelar» será el responsable de pérdidas millonarias, la ruina para muchos.
Laura Meseguer (Eurosport)
El Tour es un acontecimiento masivo que tiene lugar al aire libre, que exige desplazamientos y convivencia de la gran caravana ciclista que lo seguimos. No imagino una sala de prensa con 300 periodistas dentro. Espero que se puedan salvar algunas carreras en los últimos cinco o cuatro meses del año, quizás los Monumentos ciclistas, el Tour, quién sabe si la Vuelta y el Mundial. Ojalá me equivoque, pero ahora mismo todo es una incógnita.
Carlos Julio Guzmán (RCN/COL)
El momento es crítico, pero como dice Pau Gasol, «todos somos parte de la solución». El mundo del ciclismo tiene que ser solidario, si no, llegará el caos. Todos los estamentos se tienen que unir, no valdrá el «sálvese quien pueda».
Creo que van a tratar de salvar el Tour, es el símbolo del ciclismo y si se celebra se salva la temporada. Las ideas se dirigen a cuándo y cómo correrlo.
Borja Cuadrado (Cadena SER)
El tenis puede sobrevivir sin Wimbledon y la Fórmula 1 sin el GP de Mónaco, pero la salud del ciclismo pende de un hilo si no se disputa el Tour. Geraint Thomas admite que «reza» para que en algún momento se dispute el Tour.
La ausencia de ciclismo está generando despidos y recortes salariales. El siguiente paso sería la retirada de las firmas comerciales que financian equipos y carreras. Por eso, para evitar el colapso de este deporte, la celebración del Tour es vital.
Heri Frade (Cadena COPE)
Es difícil hacer planes, pero sin minusvalorar la tragedia humana que está suponiendo esta crisis todos tenemos que ponernos a pensar en cómo acoplar nuestra vida y nuestra sociedad a la convivencia con el virus.
El Tour hay que intentar salvarlo y el Giro debería reflexionar y relajar esa cierta postura de superioridad que cree tener sobre la Vuelta no exigiéndole esfuerzos, tipo recorte de formato, que desde la carrera Italia no estén dispuestos a realizar.
El ciclismo, un deporte sin socios, de asistencia gratuita, sostenido básicamente por patrocinadores y sin maná televisivo para sus grupos deportivos le pueden acabar asfixiando en tiempos de recesión como los que se prevén. Urge revisar el modelo, pero por todas las partes.
Ainara Hernando (Ciclismo a Fondo)
Veo el panorama pesimista y realista, creo que no va a haber carreras. En Francia, centro del ciclismo, veo poco factible que se celebre el Tour. Luego meter todas las carreras en el calendario a final de temporada será muy complicado, en otoño empieza a hacer frío, puede haber problemas de logística, sobre todo en el Giro si quiere comenzar en Budapest.
Creo que este año no va a haber carreras, nos quedaremos con ciclismo.
Marcelo La Gattina (ESPN/ARG)
El Tour es la carrera que debería tener prioridad para realizarse una vez superada la pandemia. El Tour es el tercer evento deportivo más importante del mundo, detrás de los Juegos Olímpicos y el Mundial de fútbol, y el único que se realiza todos los años. Implica entre el 60 y el 80 % de exposición mediática de los equipos. El deporte es popular, dentro del publico, por este evento. Su realización sería de alguna manera «salvar la temporada» incluso si se suspenden la Vuelta y el Giro definitivamente.
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