Evangelio del Día. Mateo 9,1-8

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 “En aquel tiempo, Jesús volvió a la barca, cruzó de nuevo el lago y vino a su ciudad. Allí le llevaron a un paralítico, tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de esos hombres, dijo al paralítico: «¡Animo, hijo; tus pecados quedan perdonados!» Algunos maestros de la Ley pensaron: «¡Qué manera de burlarse de Dios!» Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: «Quedan perdonados tus pecados», o: «Levántate y anda»? Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados.» Entonces dijo al paralítico: «Levántate, toma tu camilla y vete a casa.»  Y el paralítico se levantó y se fue a su casa. La gente, al ver esto, quedó muy impresionada, y alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres”.

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

 La Iglesia universal celebra hoy, la fiesta entre otros santos, en honor a Santa Ester o Esther. El libro de Ester contiene una de las más emocionantes escenas de la Historia Sagrada, ya que Esther es un personaje bíblico: reina de Persia e intercesora del pueblo judío, al que salvó del exterminio. Y es una prefiguración de la Virgen María como auxilio del Pueblo de DIOS. 

   Y la liturgia del día nos presenta el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo, capítulo 9, verso 1 al verso 8, En el que JESÚS, desafía la mentalidad tradicionalista de las autoridades de su pueblo, que no podía entender, o no le abrían las puertas de su corazón a la Novedad del Reino de DIOS, que perdona y sana al cuerpo y al espíritu de todos aquellos que lo buscan.

  Así lo presenta la narrativa, donde la presencia de un paralítico está pidiendo en silencio una intervención sanadora, por medio de la Fe de quienes lo llevaron. JESÚS yendo más a la interioridad, empieza perdonando los pecados. Son las primeras palabras que resuenan y que causan la reacción airada de los escribas que lo acusan de blasfemo. Él lee los pensamientos y le responde argumentando de menos a más. Descubre su carta vencedora, identificándose como Hijo del Hombre, que ha recibido del Padre el mandato de juzgar al universo al final de la historia y ejerce ya esa autoridad en la vida presente de los hombres, con quienes Él ha compartido hasta el fondo sus miserias.

 Aparentemente la necesidad más urgente del paralítico era su falta de movilidad. Sin embargo, JESÚS, se da cuenta que aquel hombre tenía más necesidad del perdón de DIOS que de la movilidad de su cuerpo, por eso es que lo primero que hace es perdonar sus pecados. Con esa acción JESUS, nos muestra que la Misericordia de DIOS se hace realidad mediante el Perdón y que DIOS AMA a ese hombre, aunque parezca físicamente impedido.

 Al confrontarnos con el texto, y tratar de identificarnos con cada uno de los actores que participan junto a JESÚS, en esta escena, pudiéramos ver que las actitudes de esos personajes muchas veces también nosotros la hemos asumido, ya que cuando damos un consejo, o llevamos a un semejante al encuentro con DIOS, nos vemos retratados en los amigos del paralítico, pero también hay ocasiones en que somos escépticos y creemos que la Gracia de Dios no se va a manifestar en algún semejante porque es un pecador o simplemente porque no creemos que DIOS Obre algún milagro, para cambiar una vida desviada.

 Y si nos ponernos en el lugar del paralítico, vemos que, el perdón concedido por parte de JESÚS, se manifiesta como una fuerza que da vida y, nos invita a mirar el futuro con gran esperanza. Ya que el perdón y disfrute de una nueva condición de vida van unidos. Sin lugar a dudas que, esa fue la vivencia del paralítico, que después de concederle el perdón, JESÚS, le concede también la plenitud de la vida que se manifiesta en la capacidad que tuvo el hombre de marchar hacia su casa por sus propios medios.

  Gestos de compasión que pudiera estar dirigido a cada uno de nosotros, para decirnos: “levántate, toma tu camilla y vete a casa”, porque, si tenemos Fe y estamos convencidos de que, JESÚS tiene poder para perdonar los pecados, entonces con mucha humildad, entendemos que todos los días de nuestras vidas, tenemos una nueva oportunidad para arrepentirnos de todas esas situaciones que nos depositaron o nos postraron “en la camilla”: idolatrías, adulterios, borracheras, robos y horrores que no debemos repetir, por lo cual debemos luchar para no volver a hacerlo.

 Y ese propósito de enmienda, nos conecta en un diálogo con nuestra conciencia, para preguntarnos: ¿Cómo le abro mi corazón a la Buena Noticia, para percibir su fuerza sanadora, en mi vida y en la vida de mis semejantes? Actitud con la que entramos en la Dinámica del AMOR de Cristo JESÚS, porque “un corazón arrepentido Él nunca lo desprecia”.

  Señor JESÚS, perdona nuestras incoherencias y nuestra limitada Fe, ya que muchas veces no somos capaces de aceptar Tus Gestos de compasión, hacia nosotros y hacia nuestros semejantes y eso nos hace ser insolidarios y excluyentes, Amén.  

Luis Perdomo

 

 

 

 

 

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