Yessika Muñoz
Ciudad Guayana.- Aproximadamente hace 12 años comenzó a agrietarse la vivienda de Gelismar Medina.
Residencia ubicada en la manzana 55, sector A, de la urbanización Gran Sabana, en Core 8.
En este sector, particularmente en esta calle, se ha caracterizado por mantenerse el problema de botes de agua, donde se mezclan las residuales y blancas.
De acuerdo a lo explicado por Medina, es una situación que las instituciones gubernamentales no han podido solventar.
Es que llevan desde 2010 tratando de hacer las reparaciones, sin lograr solución efectiva.
«Cuando reparan un bote de agua, a pocos metros se rompe otro y , así permanece siempre la calle», cuenta Medina.
La última inspección la hizo un equipo de Sidor e Hidrobolívar. Y según su reporte se debía reemplazar una tubería de 100 metros.
Pero la solicitud la debían hacer directamente a la gerencia de aguas servidas de Hidrobolívar, es lo que indica Medina.
Lo cierto, es que hasta ahora no se ha ejecutado ningún tipo de reparaciones por ninguna dependencia gubernamental.
Prevén que la capa asfáltica siga debilitándose conjuntamente a la estabilidad de las viviendas.
Medina afirma que muchos vecinos también sienten que el suelo de sus casas es inestable. Esto debido a que el sistema de tuberías tiene muchos años averiada.
El líquido debilita cada día la tierra y pone en riesgo la infraestructura de las viviendas. La más afectada es la casa #24, perteneciente a Medina.
Se trata del hogar de dos familias, que deshabilitaron las habitaciones por seguridad. Ahora tienen que dormir todos en la sala.
La afectada reseña que hace 12 años comenzaron a ver las primeras grietas en las paredes de la casa; pensaron que el problema provenía de una mata de mango.
«Se eliminó la mata de mango, pero el problema siguió creciendo», agrega Medina.
Asimismo comenta que cuando en esa manzana hacen maniobras para reparar las rupturas observan la humedad y la inestabilidad de los terrenos.
Aguas negras y servidas agrietaron la casa, la misma pudiera caer en cualquier momento
A la espera de Inviobras
En el caso particular de la familia Medina, cuya casa está en riesgo, han hecho en reiteradas oportunidades los trámites al Instituto de Viviendas y Obras Bolívar (Inviobras) para recibir una reubicación.
La última solicitud la hicieron en febrero del año en curso.
Medida le atañe el retraso a su petición porque «cuando no es el problema eléctrico, es el transporte o ahora la gasolina, siempre nos dicen que regresemos dentro de 20 días».
La preocupación crece a acusa de la aproximación de la temporada de lluvias. También en años anteriores han sufrido de filtraciones. Lo que agrava su situación.
«Lo que queremos saber si Inviobras nos va a reubicar o que es lo que tenemos que hacer, porque vienen o través la lluvias».
En esta casa viven tres adultos y tres menores de edad.
Igualmente han buscado apoyo en Fundacomunal, sin lograr nada en concreto.
Ante la incertidumbre de habitar una vivienda en riesgo y no tener otro lugar donde mudarse, Medina solicita al Gobierno regional apoyo.
Gelismar Medina, se encuentra preocupada por la situación de su vivienda Foto: Wilmer Barrero
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