Durante los últimos quince días, la estatal CVG Bauxilum se ha convertido en la protagonista de diferentes hechos que devela una posible violación a los derechos de los trabajadores. 

El primero de ellos ocurrió el 5 de septiembre, cuando comenzó una fuga de alúmina que, luego de quince días, persiste; diez días después los empleados denunciaron que, además, su quincena llegó con una desmejora; y, el fin de semana los «no requeridos» protestaron en Bolívar y Upata para exigir el reenganche. 

El presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Pedro Maldonado, aseguró que irían reincorporando a los llamados «no requeridos» y, además, prometió que en diciembre ya todos deberían estar en sus puestos de trabajo.

Debido a estas declaraciones, algunos empleados de CVG Bauxilum de Ciudad Bolívar y Upata, que están bajo esa figura desde la llegada de la pandemia, decidieron salir a protestar para exigir que los tomen en cuenta en las promesas de Maldonado. 

Bajo la consigna «solicitamos el reenganche ya», unos trabajadores de Ciudad Bolívar protestaron en el parque Ruiz Pineda para exigirle a los presidentes de Bauxilum y la CVG que los reintegren a sus puestos de trabajo. 

También rechazaron lo que denominaron una sistemática violación a varios derechos establecidos como la bolsa de la comida. 

«Cuando nos enviaron a nuestras casas en la pandemia, nos dijeron que respetarían los beneficios convenios en el aspecto laboral como los salarios y las bolsas de la comida; sin embargo, quienes administran CVG Bauxilum se encargaron de quitar las bolsas de comida a los no requeridos», denunció José Basanta, trabajador no requerido de la estatal.

Sobre esto, el presidente de la CVG manifestó que el incentivo productivo (nombre de las bolsas de comida) era únicamente para quienes completaban el 92 % de asistencia en el mes, por lo tanto, los que fueron enviados a sus casas no pueden gozar de este beneficio.

Por otra parte, en Upata también hay trabajadores que decidieron protestar para exigirle a las autoridades competentes que se avoquen a agilizar la reincorporación que están bajo esa etiqueta de «no requeridos». 

Persiste fuga de alúmina

El pasado 5 de septiembre varias comunidades de la parroquia Unare amanecieron con un polvillo blanco que arropó sus viviendas. Luego se confirmó, gracias a unos trabajadores de Bauxilum, que esto era óxido de aluminio que provenía de la estatal debido a que el calcinador 102 no contaba con el filtro 100 % operativo. 

La empresa le tomó cuatro días pronunciarse sobre la situación que estaba afectando a la comunidad y al medio ambiente. En un comunicado aseguraron que esto era «un hecho sobrevenido« que estarían trabajando las 24 horas para solucionar lo más pronto posible la contingencia.

Debido a que la situación no mejoró, los vecinos afectados decidieron concentrarse para reunir firmas e introducirlas ante CVG Bauxilum. El documento de las comunidades exigía el cese de la fuga de alúmina que estaba afectando la salud de las personas aledañas a la zona industrial de la ciudad.  

Por ahora el Ministerio que le compete la materia ambiental (Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo) no se ha pronunciado para sancionar, ni para abrir una investigación por el daño ambiental que ha causado la fuga de alúmina de Bauxilum. 

Quienes sí solicitaron que se abriera una investigación para determinar los culpables, fue la Comisión Permanente de Ambiente Ecología y Desarrollo Agrario, presidida por Aliana Estrada. 

Además del claro azote ambiental que esto genera, el delegado de prevención de taller central de CVG Bauxilum, José Salazar, aseguró que los trabajadores no contaban con los implementos de seguridad para enfrentar este tipo de situaciones que atenta contra la vida de los trabajadores. 

Salario

Los obreros de CVG Bauxilum vienen denunciando una afectación negativa a su salario. Según el movimiento 23 de Bauxilum la última quincena del mes pasado recibió una desmejora del 25 %. 

Para la primera quincena de septiembre algunos trabajadores denunciaron ante Soy Nueva Prensa Digital que el descuento fue de hasta 40 %. 

De igual manera, los empleados insisten en que es una incógnita saber el monto de su estipendio, debido a que las empresas del holding CVG no están entregando recibo de pago a sus trabajadores, pese a que el artículo 106 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Lottt) así lo ordena. 

«Nosotros no sabemos ni de cuánto es nuestro salario. Las quincenas nos llegan divididas. Son varias transferencias de distintos montos y nosotros no tenemos ni idea qué corresponde a nuestros salarios», concluyó Basanta.

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