A finales de 2023, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) señaló que un total de 2,1 millones de venezolanos recibieron ayuda humanitaria entre enero y octubre de ese año. En la nota se destaca la colaboración de 155 organizaciones, tanto locales como internacionales.
Fundación Tierra Viva es una de las organizaciones que participó en esta atención a través del proyecto ‘Agua y alimentos de calidad para mujeres indígenas del municipio Atures, Amazonas’ con el financiamiento del Fondo Humanitario de Venezuela.
En el mencionado proyecto se atendieron 160 familias, uwotüja (piaroa), curripacos y de otros grupos indígenas, que habitan en cuatro comunidades: Las Pavas, 5 de julio de Las Pavas, Cucurital 1 y la Piedra de Cucurital.
A través de procesos formativos y la entrega de insumos, a las familias y a las comunidades, vinculados con medios de vida y agua potable, se beneficiaron 640 mujeres, hombres, niñas y niños.
Por cada familia, uno de sus miembros participó en procesos de capacitación para la incorporación de prácticas agroecológicas en sus conucos, y para el establecimiento de un bosque productivo.
Los participantes recibieron un kit agrícola contentivo de herramientas que le ayudan a su trabajo en el conuco: un machete, una lima, un palín, un rastrillo de metal, dos pares de botas, una chícora, guantes para vivero y 5 paquetes de semillas para el huerto.
Para el establecimiento y consolidación del bosque productivo, en las cuatro comunidades se entregaron 3.000 plantas nativas de arazá, temare, copoazú, manaca, sarrapia, caoba, así como de especies introducida como café y guanábana. Adicionalmente, los participantes en el proyecto tienen las herramientas para la elaboración de viveros y fueron dotados de bolsas para el desarrollo de las plántulas.
Apoyo a la producción y venta de mañoco y casabe
Además, en las comunidades se entregaron, para uso compartido, rayadoras y budares, indispensables para la producción de casabe y mañoco, junto a poncheras para la recolección de la yuca molida.
En total, se distribuyeron 11 rayadoras y 11 budares, cuyo uso y mantenimiento considerará un acuerdo entre sectores de cada comunidad.
De manera complementaria se entregaron a las comunidades 6 selladoras de bolsas, 6 pesos electrónicos y bobinas de bolsas de 20 cm y 40 cm y 20 kilos de peso, que servirán para el empaquetado de mañoco, yuca, onoto y café, en una presentación mejor para la venta y más higiénica.
Con el Servicio Autónomo de Contraloría sanitaria del estado Amazonas, se realizó un taller de manejo de alimentos, donde participaron 120 personas de las 4 comunidades.
Por su parte, el taller contribuyó a mejorar los procesos de producción de derivados de yuca desde el punto de vista sanitario, así como los procesos de empacado de productos mediante el embolsado y sellado. Los participantes contarán con el certificado oficial de asistencia del SACS.
Agua y alimentos
Dos elementos fundamentales para mejorar la calidad de vida de las comunidades en condiciones de emergencia, es el acceso a agua potable y alimentos. De allí la importancia de las actividades realizadas en el proyecto para atender ambas necesidades.
Miembros de las comunidades se formaron en métodos caseros de desinfección de agua, y recibieron pastillas potabilizadoras y 160 filtros de piedra a igual número de familias.
En los talleres de uso y conservación de filtros de piedra participaron 320 personas, hombres y mujeres, y los beneficiarios del uso de estos sistemas de desinfección son las 640 personas que conforman las comunidades.
Por otra parte, como complemento a la labor formativa para la producción de alimentos, entre agosto y noviembre pasados, el proyecto ejecutado por Fundación Tierra Viva entregó a las 160 familias, 5 bolsas de comida, contentivas de un cartón de huevos en cada ocasión, además de harina de maíz, arroz, aceite y sal.
Esta bolsa de alimentos fue diseñada con las recomendaciones dadas por las comunidades participantes.
Del mismo modo, Fundación Tierra Viva, con el financiamiento del Fondo Humanitario de Venezuela, contribuyó en 2023 en la atención a la Emergencia Humanitaria en el estado Amazonas, así como lo hizo en 2022 en el estado Delta Amacuro, acción que se mantiene en los estados Bolívar y Delta Amacuro en 2023 y 2024 con financiamiento de la Cooperación Suiza para el Desarrollo y el Fondo Humanitario de Venezuela.
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