El opositor ruso Garry Kaspárov afirmó este lunes que la guerra de Rusia en Ucrania no es una «partida de ajedrez» que pueda resolverse con un simple apretón de manos entre rivales, como ocurre en una solución diplomática tradicional, sino un conflicto profundo que requiere la unión de europeos y estadounidenses.

«Esto no es una partida de ajedrez» en la que «te puedes dar la mano» y las partes se dicen «okey, bien, es una solución diplomática, podemos ir a casa», afirmó Kaspárov en una entrevista con EFE durante la ‘Conferencia de la Libertad de Berlín’, que reúne a disidentes, activistas y defensores de derechos humanos de Rusia, Ucrania, Irán, Venezuela y Nicaragua, entre otros países.

Kaspárov, una de las principales voces opositoras a la Rusia del presidente Vladímir Putin desde comienzos del siglo XXI y un destacado defensor de Ucrania frente a Moscú, sostuvo que el conflicto es «una guerra entre dos ideologías y dos estilos de vida».

Por ello, hizo un llamado a «España y todos los demás países europeos y a Estados Unidos» para formar «un frente unido, como durante la Guerra Fría, para proteger nuestros valores, el mundo en que vivimos y el mundo que dejaremos a las futuras generaciones».

Putin y sus aliados

El opositor también advirtió sobre las relaciones entre Rusia y países como China, Irán, Corea del Norte, Venezuela y Cuba, a los que Rusia «devuelve favores» por su apoyo.

«Putin se sienta en Corea del Norte, Irán, los ayatolás iraníes, el régimen de Maduro. Todos ellos están trabajando juntos»,  indicó en referencia al presidente venezolano Nicolás Maduro.

«No es sorprendente que, así como hay soldados norcoreanos y cubanos en Ucrania luchando junto a Putin, China esté financiando su guerra e Irán enviando drones», agregó.

Para Kaspárov, no hay una solución diplomática visible para la guerra ni el desafío internacional que representa Moscú, y apostó a que «el mundo libre reconozca que para ganar la guerra es vital separar a los rusos que quieren cambiar de bando de los que apoyan realmente el conflicto».

«Europa cree que todos los rusos están del mismo lado», lamentó.

Solidaridad con los opositores rusos

En el mismo evento y línea de pensamiento, el opositor Vladímir Kara-Murzá, liberado en agosto de 2024 en uno de los mayores intercambios de presos entre Rusia y países occidentales desde la Guerra Fría, resaltó el impacto internacional de su liberación y la de quince personas más, a cambio de ocho reos en cárceles europeas.

«Enviaron el mensaje más claro y fuerte de solidaridad con los ciudadanos rusos que enfrentan la dictadura de Putin, se oponen a su guerra criminal en Ucrania y sufren por ello la pérdida de su libertad», afirmó.

Kara-Murzá advirtió que esa solidaridad debe mantenerse, ya que mientras se desarrolla la conferencia, «en promedio cinco personas más en Rusia son detenidas, arrestadas o encarceladas simplemente por sus opiniones políticas».

Citando datos recientes de la organización rusa Memorial, disuelta en Rusia, señaló que «hoy hay más de 4.500 presos políticos en Rusia, más de 1.750 identificados nominalmente, con causas verificadas por organismos internacionales», cifras que superan a las de toda la Unión Soviética.

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