Praga.-El primer ministro checo, Andrej Babis, prevé que su país «podría volver a la normalidad» a finales de mayo, aunque avanzó que el pico de la epidemia tendrá lugar a finales de abril.
«Esperamos el pico de la epidemia a finales de abril. Y a finales de mayo y comienzo de junio podríamos volver a la normalidad, aunque estos son vaticinios», señaló Babis en una entrevista al diario checo Blesk.
El Ejecutivo de coalición ha pedido a los ciudadanos que durante la Pascua se mantengan en sus casas, si bien «tras las fiestas se irán abriendo las pequeñas tiendas» y luego los colegios y restaurantes, afirmó al rotativo.
Actualmente son 3.604 las personas contagiadas en el país centroeuropeo, con 40 muertos, y 61 personas que se han recuperado del COVID-19.
La República Checa se encuentra en estado de emergencia nacional hasta el 11 de abril, fecha cuando también vence la prohibición de salir de las casas, con excepción de acudir al trabajo o adquirir productos básicos.
Babis quiere prolongar el estado de emergencia en un mes, hasta el 11 de mayo, aunque para ello necesita el respaldo del Parlamento.
Además, desde el 18 de marzo no se puede abandonar el domicilio sin un protector de boca y nariz, aunque no existen normas específicas, por lo que muchos usan un simple trozo de tejido de producción casera.
La República Checa experimenta toda esta semana en la zona sudoriental del país la «cuarentena inteligente», por la cual se sigue el movimiento de los contagiados, a través de redes celulares o sistemas de pago.
De esta forma, y con el consentimiento de los interesados, se quiere detectar con quién tuvo contacto, y mandar a esas personas a una cuarentena preventiva, para luego someterse a un test rápido y así prevenir la extensión de la epidemia.
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