Rickshaws pasan junto a un vehículo carbonizado en una carretera cerca de Daca, Bangladés, el 23 de julio de 2024. EFE/EPA/MONIRUL ALAM

El viceministro de Información de Bangladés, Mohammad A. Arafat, afirmó este miércoles que el Gobierno realizará una «investigación a fondo» de la violencia sucedida en el país asiático, donde al menos 169 personas han muerto en el marco de unas manifestaciones estudiantiles marcadas por la represión policial.

«El comité judicial investigará a fondo cada detalle, sin tener en cuenta quién estuvo involucrado, y estamos comprometidos a hacer responsable a cada persona que cometió estos crímenes», afirmó Arafat en un encuentro con la prensa extranjera en Daca.

El pasado jueves, el Gobierno formó una comisión encabezada por el juez Khandaker Diliruzzaman, para investigar la muerte de seis personas el 16 de julio durante las protestas.

Sin embargo, Las autoridades bangladesíes todavía deben pedir formalmente a este organismo que investigue los fallecimientos que tuvieron lugar a partir del 16 de julio.

«Se llevará a cabo una investigación minuciosa, queremos saber qué pasó», dijo Arafat.

Cuotas de acceso

El ministro se negó a dar una cifra oficial de fallecidos durante las protestas estudiantiles, aunque afirmó que el Gobierno «todavía está trabajando en ello». Según el último balance elaborado por EFE, al menos 169 personas murieron en los últimos ocho días por la violencia durante las protestas estudiantiles que sumieron a Bangladés en el caos.

Las protestas estudiantiles comenzaron a principios de julio para exigir el fin de un sistema de cuotas de acceso al empleo público. Aunque inicialmente eran pacíficas, las movilizaciones ganaron en intensidad el lunes de la semana pasada cuando la primera ministra, Sheikh Hasina, rechazó sus demandas.

Desde ese día, la Policía empleó armas gases lacrimógenos, granadas aturdidoras o balas de goma y perdigones para dispersar a los manifestantes. El Gobierno suspendió además los servicios de comunicación fija y de internet la noche del jueves y decretó un toque de queda la medianoche del pasado sábado.

A pesar de las acusaciones de represión contra los estudiantes, en la visión oficial el Gobierno es la «víctima» y Arafat señaló la presencia de agitadores «que atacaron lugares gubernamentales» como la televisión pública BTV, donde se reunió con la prensa extranjera.

El Tribunal Supremo acabó respaldando el pasado domingo las demandas de los estudiantes de acabar con el 30 % de cuotas en las ofertas de empleo público, reservadas a descendientes de familiares que lucharon en la Guerra de Liberación que llevó a Bangladés a independizarse de Pakistán en 1971.

Entre la decisión judicial y la represión de las protestas, los estudiantes anunciaron una tregua de 48 horas que finaliza hoy. Sin embargo, no han anunciado sus planes para los próximos días.

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