
Aguas negras por todos lados que se mezclan con las aguas pluviales, calles rotas con grandes lagunas de aguas fecales, inseguridad y apagones constantes son solo algunos de los problemas que enfrentan los vecinos del barrio Francisca Duarte, sector ubicado en la parroquia Chirica de San Félix, que lleva más de 20 años de fundado y más de dos décadas agravando su crisis.
Desde la entrada del barrio hasta la Escuela Básica Provincia de Guayana, los huecos y lagunas de aguas fecales en la vía son innumerables. Los dueños de las camionetas que cubren esta importante ruta en reiteradas ocasiones han amenazado con suspender el servicio de transporte, aunque terminan desistiendo ante la necesidad de los vecinos.
Únicamente la vía principal fue asfaltada durante la gestión del gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, cuando nació el proyecto Pedro Camejo, que no se llegó a concretar en su totalidad. A pocos días de terminar la obra, las cloacas colapsaron, obligando a los residentes a depender de pozos sépticos.
El 90% de las calles de Francisca Duarte son de tierra, constantemente afectadas por corrientes de agua pluvial que, en temporadas lluviosas, ocasionan inundaciones en algunas viviendas, provocando que las familias deban desalojar sus hogares.
La maleza invade las calles, caminos y pasadizos usados por la comunidad para acortar distancias hasta sus residencias. Solo la avenida principal cuenta con alumbrado nocturno en algunos postes, aunque resulta insuficiente para los habitantes.
Quejas sin soluciones
Ofelia Naranjo, una de las fundadoras de la comunidad, recuerda que en sus inicios todo fue prometedor. “Nos vendieron un proyecto muy bonito, con agua potable desde una planta que nunca funcionó. Prometieron calles asfaltadas y sólo pavimentaron la principal. La red de aguas negras nunca ha funcionado, el agua servida brota por las bocas de visitas”, comenta.
A pesar de todo, Naranjo mantiene la esperanza: “Aunque no nos desmotiva, sabemos que en algún momento llegarán las soluciones. Nos han prometido resolver los botes de aguas, asfaltado, mejor servicio eléctrico y limpieza, pero nadie cumple”.
Los vendedores de comida rápida ubicados en la avenida principal se quejan también por los olores putrefactos de las cloacas, que afectan las ventas, y por la gran cantidad de moscas que atraen las aguas negras.
Cachimbos obstruidos
Hernán Leonet, residente del sector I en la calle 7, comenta que desde que se mudó debe encargarse de achicar el cachimbo de su casa para evitar que las aguas negras ingresen al domicilio donde vive con su hija y dos menores. “El agua no circula, se rebosa en la poceta y tengo que sacar el agua para evitar inundaciones”, explica.
Pese a sus reiteradas solicitudes de ayuda a través de la VenApp, Hidrobolívar y la alcaldía de Caroní, no ha recibido respuesta alguna. Otros vecinos enfrentan la misma problemática, algunos han logrado instalar pozos sépticos, mientras otros siguen esperando soluciones.
EBN Provincia de Guayana
Más de 800 alumnos iniciaron recientemente las clases en la Escuela Básica Nacional Provincia de Guayana, que atiende a estudiantes de Francisca Duarte, Chirica Vieja y sectores cercanos. Sin embargo, frente al colegio persiste un bote de aguas blancas y el perímetro está lleno de maleza.
La estructura del plantel presenta deterioro visible, conservando pintura desde su inauguración en 2002. Falta mobiliario como pupitres y aún los docentes y representantes temen denunciar públicamente estas carencias, que necesitan urgente atención por parte del Ministerio de Educación.
Francisca Duarte es un barrio que lleva décadas atrapado entre promesas incumplidas y la realidad del abandono, donde sus habitantes luchan día a día por prevalecer ante el colapso de sus servicios básicos.
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