Con la llegada de la pandemia y la cuarentena todos hemos sufrido cambios en nuestro estilo de vida, pero a algunas personas les ha cambiado mucho más, han sufrido pérdidas significativas y separaciones forzadas, que sin lugar a dudas tienen fuerte impacto en la salud mental de algunos. Evaluemos cada grupo etario, y hagamos conciencia de lo que cada uno está viviendo.
Los niños en edad escolar, por ejemplo, ya no tienen la rutina y estructura de sus aulas de clases, son las madres o representantes, quienes en su mayoría no tienen formación pedagógica, los que tienen que impartir las clases, pudiendo generar frustración y hostilidad, lo cual puede interferir el proceso de aprendizaje, además de lesionar emocionalmente al menor y a la relación materno filial. Por otra parte ya no van al cine, parques, ni tienen las acostumbradas fiestas de cumpleaños infantiles. Es importante que los adultos tengamos todo esto presente, que ellos no tienen que pensar en cómo generar ingresos para el sustento, pero también están enfrentando pérdidas y es nuestra responsabilidad hacer que se sientan bien, alegres, con ilusión y fantasía, y sobre todo que aprender resulte una experiencia gratificante, no un trauma.
La adolescencia es una etapa de la vida de muchos cambios, tanto físicos como emocionales, es el momento en el cual nos identificamos con los iguales y nos importa mucho la aceptación del grupo y ser parte de un grupo, los intereses y gustos son distintos a los del grupo familiar. En la actualidad no es posible esas reuniones entre amigos en las que se cuentan todo y se convierten unos en cómplices de los otros, en muchos casos generando celos en la familia por los amigos. Es importante entender que no está haciendo lo que quiere y esto le puede ocasionar disconfort e irritabilidad, es preciso encontrar la forma de integrarnos como familia, de realizar actividades en común, sin que sean obligaciones, solo motivándolos a participar, como preparar una comida, hacer juegos de mesa o virtuales, compartir lecturas, ver una serie o película, la recreación es fundamental.
Sobre los adultos recae el peso de la responsabilidad del sustento y resguardo familiar, que en los tiempos que transcurres es un verdadero reto, muchos han tenido que reinventar nuevas formas de ingresos, en muchos casos con varios trabajos, además de atender las necesidades emocionales del grupo familiar, sin duda alguna se requiere de mucha estabilidad para enfrentar todo esto.
Los mayores no se quedan atrás, y llevan la peor parte, constituyen la población de mayor riesgo ante este Coronavirus, algunos, no tan pocos viven el estrés de salir a hacer sus compras pues no tienen hijos en el país y los que los tienen y se ocupan de ellos a veces caen en la sobreprotección y el abuelo resulta totalmente aislado, para evitar contagio. Además, por ley de vida es una edad en las que las pérdidas son frecuentes, llega lo jubilación, se comienzan a ir los amigos y hermanos, se confronta la muerte con mucha frecuencia, lo que puede producir tristeza; es recomendable que se mantenga activo, aun cuando sea en otras cosas, que el contacto familiar sea estrecho, aun en la distancia, necesita ser tomado en cuenta, sentir que su opinión importa, que se toma en cuenta su experiencia, esta etapa es el cierre del ciclo vital, después de allí no sabemos lo que sigue ni si sigue, esto genera incertidumbre, temor a lo desconocido.
Mención aparte merecen todas las personas que han padecido de Covid 19, quienes han vivido la experiencia de ser diagnosticados y experimentar los síntomas, y más aún los que han requerido hospitalización y han tenido dificultad respiratoria o cansancio, han visto morir a otros con igual padecimiento, amén de toda la información que reciben respecto a las tasas de mortalidad por esta causa, realmente una situación de mucho estrés, que genera mucha ansiedad, la cual a su vez puede contribuir a exacerbar la sintomatología respiratoria y en ocasiones aún con mejoría radiológica persiste la sintomatología respiratoria pero ya no necesariamente generada por la afectación pulmonar sino por la ansiedad. Posterior a ser dados de alta muchos vuelven de emergencia por sentir sensación de ahogo, de muerte inminente y palpitaciones o dejan de dormir por temor a no poder respirar, también se está viendo con frecuencia casos de estrés postraumático.
El duelo está de moda, ya todo el mundo ha perdido por lo menos a un amigo o compañero por Covid 19, hay familias con dos o más fallecidos, en las que no han podido elaborar el duelo por un familiar cuando les toca otro, situación esta difícil de entender y manejar emocionalmente, en las que se mezcla la tristeza con la rabia y en los creyentes se tambalean las bases de la fé.
Es una experiencia nueva para todos los que hoy vivimos, pero conocida en la historia, va a pasar, no lo duden, ahora toca cuidarnos, evitar riesgos de contagio y apoyarnos unos a otros, entender el proceso que cada uno vive, hacer saber al otro lo importante que es para nosotros, expresar nuestros temores y escuchar los de los otros. Cuando todo esto haya pasado volveremos a disfrutar de los abrazos, las parrandas y las pijamadas. Es el momento de valorar la vida, las personas y los afectos.
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Dra. Nancy Rodríguez
Médico Psiquiatra
Asesor Familiar
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