El ser humano es un ente biopsicosocial, nuestro estado de salud o enfermedad está determinado por estos tres factores básicos (biológico, psicológico y social). Desde la concepción ya venimos dotados de una carga genética y herencia familiar que nos hace más o menos vulnerable, ésta constituye la base biológica, la cual se expresa en nuestro comportamiento y a través de nuestro sistema neuroendocrino.
La parte Psicológica está representada por los pensamientos, emociones y comportamiento, lo que nos diferencia del resto del reino animal, y es lo que en definitiva evidencia nuestro estado de salud o enfermedad mental, la cual también puede afectar nuestra salud física. El aspecto social está dado por las experiencias y oportunidades de vida, también desde el momento de la concepción.
Resulta difícil separar un aspecto del otro, especialmente lo psicológico y social, lo cierto es que quien somos hoy, el contenido de nuestros pensamientos y emociones es el resultado de la interacción de estos tres aspectos y se expresa a través de nuestro comportamiento.
Así mismo ocurre que de acuerdo a lo que pensamos, sentimos, es decir, nuestro pensamiento puede afectar hasta nuestros signos vitales, sí, si nuestro pensamiento es negativo, sentimos miedo y nuestro cuerpo reacciona de forma defensiva, se disparan las alertas como mecanismo de seguridad, esto se puede expresar con aumento de la frecuencia y cardíaca o palpitaciones, elevación de las cifras tensionales, sudoración y una cantidad de síntomas que generan aún más miedo porque pensamos que estamos gravemente enfermos, generalmente pensamos que tenemos un infarto.
De manera que la salud o la enfermedad es un estado que va a estar determinado por la interrelación de estos tres aspectos, esto significa entonces que una persona sin antecedentes familiares de enfermedad mental en algún momento pueda perder su salud mental, generalmente por alguna causa orgánica como por ejemplo por efecto de alguna enfermedad sistémica como el Lupus, o por un traumatismo craneoencefálico o por efecto de alguna sustancia, o por sobrecarga de estrés.
De igual modo debe quedar claro que una persona con una carga genética que lo predispone a algún trastorno mental, puede no llegar nunca a desarrollarlo si sus circunstancias de vida le son favorables. En definitiva todos podemos cambiar nuestro estado de salud o enfermedad mental.
Es importante conocer esto para hacer prevención de enfermedad y promoción de salud, ¿Cómo? con hábitos saludables, como ejercicio físico, alimentación balanceada y adecuada a la edad, dormir en promedio 8 horas diarias, cumplir una rutina diaria (ocupación), interacción social (con familia, amigos y grupos sociales), comunicación clara y abierta (decir lo que se piensa, respetando a los demás), manifestando y recibiendo afecto, reír, bailar, leer, intentar mantenerse en continuo aprendizaje, etc.
¿Cuáles son las principales señales de alarma?:
El insomnio, éste es un síntoma común a varios trastornos, desde el simple estrés hasta un cuadro psicótico, hay que prestarle atención y no dejar pasar muchos días sin dormir. Existe mucho temor a cumplir con tratamiento farmacológico por el riesgo a hacerse dependiente al medicamento, al respecto debe quedar claro que:
1) No todas las personas requieren tratamiento farmacológico.
2) No todos los fármacos causan dependencia.
3) Lo que tienen la potencialidad de causar dependencia, usados adecuadamente, no la producen.
4) Estableciendo un balance costo – beneficio de la medicación, es necesario destacar que no dormir genera daños mucho peores que el riesgo potencial de dependencia de un medicamento. En resumen: busque ayuda profesional especializada.
La intranquilidad, irritabilidad, cambios en el apetito, dificultad para concentrarse en las actividades de la vida diaria, pérdida del deseo sexual, también son síntomas frecuentes, y en los casos de psicosis además pueden aparecer alucinaciones.
Muchas veces el rol de la familia es determinante, sobre todo en los casos más severos, en los que la persona que padece el trastorno puede no estar consciente del mismo. Como sociedad debemos dejar de ver la enfermedad mental con estigma, es parte de nuestra condición humana y todos en menor o mayor medida tenemos riesgo, así que debemos contribuir a proteger a quien ha perdido su salud mental, que puede ser cualquiera de nosotros, nadie está completamente libre de riesgo.
Un gran ejercicio de salud mental vivir en el aquí y ahora, evitando sufrir por el pasado o el futuro, el pasado ya pasó y no hay forma de modificarlo, el futuro es difícil de predecir, la mejor forma de favorecer el futuro es viviendo en el presente.
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Dra. Nancy Rodríguez
Médico Psiquiatra
Asesor Familiar
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