Luzardo estuvo perfecto después de la primera entrada. Al preguntársele si alguna vez había lanzado siete episodios perfectos, el zurdo respondió, “Jamás”. Foto MLB

Cuando el abridor peruano-venezolano de los Filis, Jesús Luzardo, pasa por un gran momento, se nota. Y cuando no lo está, también se nota.

Fue esta última versión de Luzardo que se apareció en la primera entrada del encuentro del jueves contra los Mets. Afortunadamente para la escuadra de Filadelfia, posiblemente la mejor versión de Luzardo que se ha visto todo el año tomó el mando desde ahí.

El zurdo dio un giro tras un primer capítulo de cuatro carreras hacia retirar los últimos 22 bateadores que enfrentó para fijar la mesa de la remontada que resultó en la victoria de los Filis por 6-4 en el Citizens Bank Park.

La victoria completó una barrida de cuatro juegos de Filadelfia (87-60), que aumentó su ventaja a 11 juegos sobre los Mets (76-71) en la cima de la División Este de la Liga Nacional con 15 compromisos restando en la campaña.

El número mágico de Filadelfia para amarrar el Este de la Nacional ahora es cinco.

«Para mí se trató más de darnos una oportunidad de ganar y completar la barrida», declaró Luzardo, «que obviamente era algo que queríamos. Con el final de la temporada cerca, cada victoria cuenta».

A comienzos, parecía que Luzardo pasaría por una dolorosa jornada. Concedió hits contra cinco de los primeros seis bateadores que enfrentó, dejando a los Filis en un abismo de 4-0 antes de que batearan.

En vez de dejar que todo se derrumbara, Luzardo se enchufó. No dejó que más bateadores se embasaran rumbo a una presentación de ocho innings. Ponchó a nueve de esos últimos 22 para registrar su sexta salida de al menos 10 ponches este año — compartiendo la mayor cantidad en la Liga Nacional con su compañero Zack Wheeler y Logan Webb de los Gigantes.

En el proceso, Luzardo se convirtió en el primer pitcher de los Filis en conceder cuatro carreras en el primer capítulo y de todas maneras completar ocho innings desde el miembro del Salón de la Fama, Steve Carlton, el 29 de septiembre de 1977. Pero Carlton cargó con la derrota en dicho partido.

El último miembro de los Filis en lograrlo con una victoria fue otro inmortal: Robin Roberts el 25 de agosto de 1955. Roberts lo hizo pese a permitir nueve carreras en una victoria por 11-9 sobre los Cardenales.

Sin embargo, Luzardo estuvo perfecto después de la primera entrada. Al preguntársele si alguna vez había lanzado siete episodios perfectos, el zurdo respondió, «Jamás».
Luego reflexionó.

«Posiblemente en la escuela secundaria», reconoció Luzardo. «Pero eso no pasó después de permitir cuatro carreras en la primera. Entonces esa fue una buena».

La dominante presentación de Luzardo le dio a los Filis bastante tiempo de atacar poco a poco — y efectivamente eso fue lo que hicieron. Otto Kemp dio un cuadrangular de dos carreras en el cuarto capítulo y Bryce Harper los acercó a una carrera con un doblete productor en el quinto inning.

Filadelfia luego tomó el control con un ataque de tres vueltas en el sexto episodio que incluyó un doble remolcador de Kemp para empatar el partido, un sencillo de la ventaja de Harrison Bader y otro sencillo productor de Harper.

«Debo reconocer bastante lo que hizo Jesús», señaló Bader.

«Hizo un impresionante trabajo de darle una oportunidad a la ofensiva. Estoy casi seguro de que estuvo perfecto después de ese primer inning, algo impresionante también». Bader se pudo haber dado cuenta — pero Luzardo no.

«No, me fijé después», dijo Luzardo al preguntársele si había notado el momento de que no había embasado bateadores desde el primer episodio.

«Sabía que había pasado un buen tiempo, pero no estaba seguro. Para la octava, ese comienzo era borroso».

Para ser justos, Luzardo estaba enfocado en otra cosa cuando salió del terreno con una ovación de pie después del octavo capítulo.

«La verdad no lo disfruté tanto porque estaba tratando de sacar otra entrada [del manager]», expresó Luzardo.

¿Cuál fue la respuesta del piloto Rob Thomson?

«Me dijo que absolutamente no», declaró Luzardo con una sonrisa. «Me lo negó inmediatamente».

Para ese momento, Luzardo le había dado a Filadelfia más de lo suficiente con 97 pitcheos. Además, Thomson tenía al dominicano Jhoan Durán para azotar la puerta — y eso fue exactamente lo que hizo el lanzallamas, consiguiendo los tres outs por la vía del ponche con apenas 11 lanzamientos en el noveno inning.

Al retirar a los últimos 25 bateadores de los Mets, marcó apenas el segundo compromiso en los últimos 50 años en el que los Filis no permitieron corredores en base después de la primera entrada. El otro, obviamente fue el juego perfecto de Roy Halladay el 29 de mayo del 2010.

«La verdad, todo el partido probablemente fue una de las victorias más impresionantes en todo el año», agregó Thomson. «…[Luzardo] simplemente se acopló y nos dio ocho entradas sólidas. Fue verdaderamente asombroso. Y la ofensiva no se detuvo, simplemente no se rindió».

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