Madrid.- El flujo de lava del volcán de la isla española de La Palma y la cascada que cae sobre el mar creando un nuevo delta han sido fotografiados por la misión Copernicus Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA).
En la fotografía se aprecia el curso de la lava del volcán de Cumbre Vieja y la cascada que se derrama en el océano Atlántico, extendiendo el tamaño de la costa.
El delta de lava cubría unas 20 hectáreas cuando se tomó la imagen, precisa la ESA.
La misión Sentinel-2 se basa en una constelación de dos satélites idénticos, cada uno de los cuales lleva un innovador generador de imágenes multiespectrales de alta resolución con trece bandas espectrales para supervisar los cambios en la tierra y la vegetación.
La lava ha ido cayendo de forma lenta y lo único que se ha podido ver a lo lejos son piedras candentes que caen al mar, desde una altura de unos cien metros por un acantilado situado en las cercanías de la playa El Guirre, en Tazacorte.
La oscuridad de la noche no permite ver las columnas de vapor de agua que supuestamente se han debido formar por el choque térmico de la lava con el mar, columnas que llevan unos gases que pueden resultar tóxicas para los ojos, los pulmones y la piel.
La nube tóxica no ha supuesto daño o peligro para las personas, dado que se ha mantenido dentro de la zona de exclusión (solo obligó a evacuar a quienes estaban en las inmediaciones con autorización para retirar enseres y productos perecederos) y emanó de la zona de plataneras en la que había amoniaco y tricloruro de boro, entre otros componentes.
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