La ONU estableció el 9 de diciembre, como efeméride para celebrar, el día mundial en la Lucha Contra la Corrupción, fenómeno social, político y económico complejo del convivir de las sociedades, que afecta a todos los países y retrasa su desarrollo. El 31 de octubre de 2003, la Asamblea General aprobó la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción y como está existen otras iniciativas regionales como la Convención Interamericana Contra La Corrupción, promovida por la Organización de Estados Americanos (OEA).
La corrupción puede darse en sector público y privado, sin embargo, es más evidente y conocida en las instituciones públicas. Ello impacta al ciudadano, al verse afectados sus derechos por diferentes situaciones, entre ellas, el desvió de fondos en obras y proyectos que van en su beneficio. En muchas ocasiones, las situaciones se presentan en la relación entre empresas del sector privado, cuando van a prestar servicios o proveer productos a alguna institución del Estado.
En su mensaje de este año, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló: ¨Las medidas contra la corrupción deben formar parte de las reformas e iniciativas de carácter más amplio adoptadas a nivel nacional e internacional para fortalecer la buena gobernanza, eliminar los flujos financieros ilícitos y los paraísos fiscales y devolver los activos robados, de conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible…
…En el Día Internacional contra la Corrupción, todos nosotros (los gobiernos, las empresas, la sociedad civil y todas las partes interesadas) debemos comprometernos a trabajar juntos para promover la rendición de cuentas y poner fin a la corrupción y los sobornos a fin de crear un mundo más justo e igualitario¨.
En ese sentido, además de las iniciativas regulatorias de los países y también las mencionadas a nivel internacional, voy a dirigir mis comentarios a herramientas para los empresarios, que pueden ayudarles a combatir los ¨sobornos¨ como parte de algunos procesos de corrupción. Dos de las herramientas de uso voluntario más empleadas son: la Norma ISO 37001 Sistema de Gestión Anti-soborno y el Pacto Mundial propuesto por la ONU (www.pactomundial.org).
La ISO 37001, se puede emplear con fines de certificación de una organización, y establece la creación de los mecanismos de prevención, control y mitigación de este riesgo de soborno. Para el año 2019 existían 872 organizaciones certificadas a nivel mundial y para tener una referencia de algunos países, por ejemplo a nivel de certificación; 329 Italia, 43 España, 35 Perú, 7 Chile, 5 Ecuador, 2 Colombia, 2 Guatemala y 1 Argentina.
Mientras, el Pacto Mundial iniciativa de la ONU, promueve la adopción de manera voluntaria de 10 principios relacionados con los derechos humanos, el trabajo, medio ambiente, y la lucha contra la corrupción. El Principio 10 indica: “Las empresas deberían trabajar contra la corrupción en todas sus formas, como la extorsión y el soborno”. La ONU cuenta actualmente con, más de 9.500 empresas que han adoptado este instrumento de manera voluntaria.
Vale la pena preguntarse, que motiva a una organización a asumir voluntariamente estos estándares o instrumentos de buenas prácticas contra ¨el soborno¨. Sólo por mencionar algunos de los beneficios: 1.-cumplimiento de las regulaciones, 2.-Control de riesgos asociados a aspectos legales (multas, daños a la reputación), 3.- Mayor rentabilidad y 4.- Compromiso con el desarrollo sostenible de una sociedad, es decir, un mayor nivel de conciencia.
En este sentido, el crecimiento de esta tendencia es importante y debe seguir promoviéndose, para lograr justamente, ese desarrollo sostenible de la sociedad, ya que puede afectar cualquier área o sector, en la ejecución de obras o proyectos dirigidos a grupos sociales vulnerables o a temas ambientales, que resuelven parte de esos retos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ONU).
Otra norma relacionada, es la ISO 19600 Sistema de Gestión de Cumplimiento, la cual abordaremos en un próximo artículo en más detalle y que también complementa el cumplimiento regulatorio de las empresas, en todos los ámbitos del caso y no sólo el de corrupción y soborno. Tanto ha progresado este tema, que ya existe una Asociación Mundial de Cumplimiento (Complience).
Los invitamos a seguir indagando sobre estas herramientas y tendencias y de esta forma contribuir de manera ética con la sociedad y el desarrollo sostenible. Hagámonos eco del pensamiento de Bess Meyrson cuando dijo: ¨El cómplice del Crimen de la Corrupción, es generalmente nuestra propia indiferencia¨.
Luis Cabareda
E-mail: [email protected]; twitter: @lccabareda.
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