El activismo de la Red de Mujeres Constructoras de Paz en el estado Bolívar llegó hasta la comisaría policial «Ramón Eduardo Vizcaíno», ubicada en la comunidad de 25 de marzo en San Félix. En ese centro crearon un espacio seguro en el que hablaron sobre los tipos de violencia basada en género y cómo enfrentarlos.
La violencia basada en género en el estado Bolívar es un problema estructural, que continúa presente en diferentes ámbitos de la sociedad. En su más reciente informe, la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) señaló que durante los primeros cuatro meses del 2023, 48 mujeres en esta región fueron víctimas de violencia.
En el informe aclaran que aunque es una disminución significativa, en comparación al 2022, no hay evidencias que se deba a la falta de violencia, «sino más bien al miedo de las sobrevivientes de denunciar debido a la dificultad que existe al acceso a la justicia».
En 2022, el monitoreo de medios de esta organización identificó al municipio Caroní como el más violento con 23 víctimas de violencia basada en género, le siguió Angostura del Orinoco con 13, Sifontes con 8 y Piar con 4.
Conscientes de las estadísticas, las activistas Adina Coraspe, Jairuvis Rondón e Inés Antuare, hicieron un abordaje presencial, la primera actividad de este tipo, en la comisaría y atendieron a 15 reclusas, de diferentes rangos de edades, quienes pudieron contar algunas experiencias propias y cercanas.
«A lo largo de nuestras vidas observamos cómo la violencia está presente y no sabemos identificarla, ahora sí», dijo Antuare quien explicó con los papelógrafos las definiciones de los distintos tipos de agresiones y de qué forma se pueden identificar de acuerdo a las escalas del violentómetro.
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