El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, alertó este viernes de que el ataque perpetrado esta semana por Israel contra el consulado de Irán en Damasco ha marcado un «punto de inflexión» y aseguró que Teherán responderá al bombardeo, que dejó al menos 13 muertos.
«Este incidente supone un punto de inflexión en relación a los últimos seis meses. Hay un antes y un después», afirmó el clérigo chií durante un discurso televisado con motivo del Día de Jerusalén, una cita anual en apoyo a la población palestina.
El pasado lunes, un bombardeo atribuido a Israel contra el consulado iraní en Damasco mató a seis sirios y a siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán, entre ellos el líder de su rama Fuerzas Quds para Siria y el Líbano, general de brigada Mohamed Reza Zahedi.
«Ningún país aguantaría un ataque contra su consulado en otra nación de esta forma, cuando se toca la soberanía de Irán es un asunto por encima de los demás detalles. Por ello, se viene una respuesta y estamos a la espera», aseguró Nasrala en su intervención.
El líder de Hizbulá, estrecho aliado iraní, alertó de que con esta acción Oriente Medio ha entrado «en una nueva fase» y avisó de que todo el mundo debe «prepararse para todos los escenarios», mientras crecen los miedos a una escalada regional.
«Esta estupidez de (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu abrirá una puerta para determinar y terminar esta batalla», aventuró Nasrala, cuyo grupo se enfrenta al Estado judío desde su lado de la frontera común.
Hizbulá forma parte del denominado Eje de la Resistencia, una alianza informal antiisraelí capitaneada por Irán en la que también se incluyen los rebeldes hutíes del Yemen, Siria, las facciones palestinas y una serie de milicias iraquíes.
Al igual que otros miembros del Eje, la formación libanesa abrió un frente de apoyo al movimiento islamista palestino Hamás durante la guerra de Gaza y en este marco lleva casi medio año enzarzado en un intenso fuego cruzado con Israel desde el sur del Líbano.
«La Resistencia del Líbano está preparada para cualquier guerra que lance el enemigo y, como la lance, se va a arrepentir», sentenció este viernes el clérigo chií.
Más de 330 personas han muerto, casi 950 han resultado heridas y cerca de 93.000 más han tenido que abandonar sus hogares del lado libanés desde el estallido de los choques fronterizos, los peores desde la guerra librada entre las partes en 2006.
Sin embargo, Nasrala aseguró que Hizbulá todavía no está empleando «toda su fuerza» en el campo de batalla, que no están «en alerta» y que sus reclutas se van de vacaciones cuando les toca, al reiterar que si Israel decide declarar una guerra contra el Líbano es «bienvenido».
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