El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se comprometió este jueves a «volver a llevar» a «los hijos de los más pobres» a la universidad y a recuperar la inversión en educación, reducida a mínimos en los últimos cuatro años.
Lula participó en una reunión con rectores de las universidades federales del país y, sin llegar a nombrarlo por su nombre, lamentó el «abandono» que el sector educativo sufrió durante los cuatro años de gestión del ahora expresidente Jair Bolsonaro.
Destacó que su «antecesor» nunca recibió a los responsables de las universidades y calificó esta primera cita con los rectores como «un encuentro de la civilización», para reconocer la importancia de la educación y la ciencia.
También aludió al «desprecio» por las universidades que la ultraderecha que encabeza Bolsonaro mostró mientras estuvo en el poder y prometió revertir el «retroceso» que hubo en «cada salón de clases» durante una época que definió como «oscurantismo».
Lula afirmó que pretende revisar los presupuestos de las universidades públicas, reducidos a mínimos durante el último cuatrienio, con la convicción de que el dinero destinado a la educación sea contabilizado como inversión.
En ese marco, volvió a criticar al mercado financiero, que en las últimas semanas ha mostrado cierta preocupación por la decisión del nuevo Gobierno de fortalecer el papel del Estado y dejar atrás el liberalismo a ultranza promovido por Bolsonaro.
«No podemos aceptar esa negación del Estado», porque «tenemos una deuda social de 500 años con el pueblo», declaró Lula.
También reiteró que es necesario que «la educación, la salud o la urbanización de las favelas» sean consideradas inversión, en contra de la idea de los operadores financieros, para los que «lo único que no es gasto es el pago de la deuda» estatal.
Lula recordó que en sus dos primeros mandatos, entre 2003 y 2010, la inversión en educación en Brasil creció a tasas históricas y que, en ese período, los más pobres fueron mayoría en las universidades públicas.
Sin embargo, de acuerdo a datos del Ministerio de Educación, en la actualidad solamente el 17 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años estudia en institutos superiores, cuando las metas que se habían trazado hace más de una década apuntaban a un 33 % para 2024.
Esos mismos datos dicen que la evasión en el estudio terciario en Brasil llega casi al 60 %, lo que Lula atribuyó a que los más pobres se han visto obligados a dejar la universidad para trabajar y ayudar a sus familias.
«Volvimos al tiempo en que la mayoría del pueblo nacía solo para trabajar», pero «no es posible no sentir indignación ante eso», declaró Lula, quien aseguró que el Estado «creará las oportunidades que las personas precisan» y permitirá que «la hija de una empleada doméstica pueda volver a soñar con ser médica».
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