El presidente francés, Emmanuel Macron, urgió este lunes a reducir la contaminación por plásticos en la apertura de una sesión negociadora en el marco de Naciones Unidas que pretende lograr avances de cara a un acuerdo que se intenta cerrar en 2024.
En un mensaje por vídeo ante delegaciones de 175 países, Macron advirtió de que «si no hacemos nada, la generación de residuos plástico se triplicará de aquí a 2060».
Por ello, insistió que «necesitamos poner fin definitivamente a un modelo globalizado e insostenible» en el que los países desarrollados y China producen plásticos y los envían como residuos a países en desarrollo que tiene menos posibilidades para reciclarlos.
La reunión, que tiene lugar en la sede parisina de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), es la segunda de las cinco previstas tras la que tuvo lugar en Montevideo en noviembre pasado, y «no se esperan acuerdos concretos, pero sí que se avance en algunos aspectos», según fuentes de la Unesco.
El objetivo es que en el último de estos encuentros, previsto en Corea del Sur a finales de año próximo, se pueda alcanzar un acuerdo para ser ratificado posteriormente.
«La contaminación por plásticos es una plaga a escala planetaria del que solo ahora nos hemos comenzado a dar cuenta. A este ritmo, el sector plásticos emitirá 56.000 millones de toneladas de CO2 de aquí de aquí a 2050», advirtió Macron.
Se trata del 10 % del volumen de emisiones que es necesario recortar para mantener el calentamiento climático a un máximo de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, recordó.
El presidente francés también destacó las consecuencias nefastas de la contaminación por plásticos en la biodiversidad, y recordó que desde mediados del siglo pasado se han diseminado en la naturaleza 7.000 millones de toneladas de plásticos.
También recalcó el impacto de los plásticos para la salud humana, de los que solo ahora nos estamos empezando a dar cuenta.
Por ello, dijo que el primer objetivo a nivel mundial debe ser «reducir la producción de nuevos plásticos y prohibir lo antes posible los más contaminantes, como los de uso único y los más dañinos para la salud».
Los científicos han encontrado micro-plásticos en prácticamente todos los organismos vivos, en los suelos y en el agua, una situación «extrema», según la Unesco, que precisa de medidas drásticas y ambiciosas.
Los mayores consumidores son los Estados Unidos, con casi 300 kilos por habitante y año, frente a los 150 de los europeos y la media de 60 en todo el planeta.
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