Houston, Estados Unidos. El sindicato de jugadores del béisbol profesional de las Grandes Ligas dio a conocer esta noche una «amplia» gama de preguntas relacionadas con el manual de protocolo de salud y seguridad de 67 páginas que los dueños presentaron el pasado viernes de cara a reanudar la temporada regular suspendida por el coronavirus.
Las mismas tocaban una serie de asuntos del borrador del «Manual de Operaciones 2020», que sirvió como marco de apertura para permitir que el béisbol funcione de manera segura durante la pandemia del COVID -19.
Los jugadores quieren saber más acerca de la frecuencia con la que serán sometidos a los test con lo que controlar de forma permanente su estado de salud, el de todos los compañeros y rivales.
Existe un gran interés por parte de los jugadores en saber con claridad y detalles como van a funcionar los protocolos de los profesionales que pudiesen dar positivo a las pruebas y si tendrían que dejar la competición o si la misma volvería a ser suspendida como sucedió el pasado 12 de marzo.
También es motivo de preocupación y de gran importancia para los jugadores conocer el tipo de personal médico que van a estar presente en los campos durante la disputa de los partidos.
Más aún, el tipo real de protecciones que puedan tener los jugadores de alto riesgo y sus familiares.
En consecuencia, tener un sistema perfectamente definido en torno al acceso a las terapias previas y posteriores a cada partido que se vaya a disputar.
Conocer también con exactitud los protocolos de desinfección que van a estar establecidos en todas las instalaciones deportivas y los campos de competición.
La propuesta de los dueños fue de gran alcance y presentó un régimen de pruebas muy estrictas y exhaustivas junto con detalles sobre distanciamiento social, uso de mascarillas, cuarentena y otras medidas preventivas.
Los jugadores y los dueños están tratando de llegar a un acuerdo en el frente de salud y seguridad, pero en el frente económico en lo que respecta a la compensación del jugador.
Las Grandes Ligas aún tiene que hacer una propuesta al sindicato sobre cómo le gustaría pagar a los jugadores por una temporada más corta que podría comenzar a principios de julio.
Los jugadores dicen que ese problema se resolvió durante un acuerdo de marzo que detalla los salarios prorrateados en función de los partidos disputados.
Sin embargo, los dueños aseguran que una cláusula en ese acuerdo de marzo puede determinar los salarios nuevamente si los partidos no se juegan frente a los aficionados.
Lo anterior significa que la lectura que los jugadores le dan al acuerdo y en especial a la cláusula del pago de salarios es 180 grados diferente a la de los dueños.
En una presentación hecha a los jugadores a principios de esta semana y en comentarios públicos, las Grandes Ligas presentaron un escenario sobre cuán dañina sería una temporada más corta para sus ingresos sin aficionados.
De hecho, el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, aseguró que aunque haya partidos esta temporada, pero sin espectadores, las pérdidas económicas serán superiores a los 4.000 millones de dólares.
En respuesta, los jugadores pidieron a las Grandes Ligas que entregaran detalles financieros sobre sus ingresos y gastos.
De inmediato, las mayores respondieron que trabajan en la recopilación de esa información esta semana.
Hasta este jueves por la noche, las Grandes Ligas confirmaron a la Agencia EFE que no habían presentado los detalles al sindicato, pero los jugadores esperan una propuesta económica pronto.
EFE noticias
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