Viena, Austria. El legendario delantero argentino Mario Kempes, campeón del mundo en 1978, considera insólito que Argentina no haya ganado un gran torneo internacional en los últimos tiempos pese a contar siempre con un plantel talentoso y, en él, al mejor futbolista del planeta, Lionel Messi.
El delantero se encuentra en Austria para participar en el 125 aniversario del First Vienna, club en el que militó en la temporada 1986-1987.
En la capital austríaca presentó también su autobiografía, «El Matador», que era el apelativo que recibió por su prolífica capacidad goleadora.
Kempes habló con Efe después de repasar en la noche del miércoles su carrera en el Instituto Cervantes de Viena junto al antiguo delantero austríaco del Barcelona Hans Krankl, ganador de la Bota de Oro en 1978 y máximo goleador de la liga española en 1979.
Kempes habló con Efe de la actualidad de la selección argentina, que volvió a caer eliminada antes de tiempo este verano en la Copa América, tras perder contra Brasil en semifinales.
«Ocurre que no se gana, que no se encuentra el equipo», explicó a Efe, y consideró que hay que arropar a Messi «para que participe para ser el mejor».
El combinado albiceleste ya suma 26 años sin conquistar ningún título en categoría absoluta, desde que ganara la Copa América 1993.
Pero tendrá una nueva oportunidad el próximo verano, cuando Argentina sea la sede, junto con Colombia, de una nueva edición de la Copa América, el torneo de selecciones absolutas más antiguo del mundo.
Kempes sabe bien lo que es ganar un título con su país, puesto que conquistó el Mundial de 1978 celebrado en Argentina, en el que fue nombrado mejor jugador del torneo.
Aquella selección era muy diferente de la actual, ya que todos sus integrantes, excepto uno, el propio Kempes, jugaban en la liga Argentina.
«La clave fue el trabajo silencioso de todos. No nos creíamos campeones, éramos un grupo de novatos jugando un mundial en casa» explicó Kempes.
Por aquel entonces, el delantero aterrorizaba a los porteros de la liga española, donde jugaba en las filas del Valencia.
Durante las seis temporadas que militó en el conjunto che (1976-80;1982-84), Kempes anotó la friolera de 116 goles en 183 partidos, que sirvieron para que su club se alzara con la Copa del Rey en 1979 y una Supercopa de Europa y una Recopa la siguiente temporada.
El Matador sigue de cerca la actualidad de su antiguo club, que ha vivido un verano complicado en los despachos, tras el cisma por la política de fichajes entre el propietario Peter Lim y el director general, Mateu Alemany.
«Gracias a Dios se solucionó. Esperemos que sea solamente un desliz. Creo que el Valencia tiene que estar por encima de esas cosas», dijo el delantero a Efe.
Y es que el Valencia afrontaba el verano de forma optimista, tras haber cerrado la campaña de su centenario de la mejor manera posible, con la conquista de la Copa del Rey en mayo, en la que derrotó al Barcelona por dos goles a uno en la final.
«Cuando en lo deportivo va bien, no tenemos que buscar tratar de ensuciarlo», sentenció Kempes.
Ese triunfo en copa cerró una larga sequía de títulos en la ciudad del Turia, desde que en 2008 también conquistaran la Copa del Rey ante el Getafe, por lo que Kempes se mostró optimista de cara a la temporada que acaba de comenzar.
«Creo que el Valencia tiene equipo para pelear ahí arriba, yo no sé si para salir campeón, pero para quedar entre los cuatro primeros, seguro», sostuvo.
Kempes y Krankl analizaron las diferencias entre el fútbol de su época y el actual, y ambos coincidieron en que en sus tiempos era más duro, cuando algunos defensas eran «asesinos», tal y como los definió el exdelantero austríaco.
Kempes apuntó que ahora las cámaras capturan cada segundo de los partidos y eso hace que se castigue más el juego duro, que en el pasado podía pasar desapercibido.
«Ahora hay muchas cámaras que están detrás tuyo en un partido de fútbol. Las tienes hasta debajo de los asientos de los suplentes», dijo el argentino.
La vida privada de los futbolistas actuales también se ha visto muy limitada con el paso del tiempo, coincidieron ambas leyendas del fútbol.
«Ganábamos menos pero éramos más felices», sostuvo Kempes, que considera que en su época había más «respeto y privacidad».
Krankl coincidió con el argentino: «Cuando estaba en Barcelona me paseaba por el centro con mi mujer y mis hijos y la gente me preguntaba qué tal estaba, pero no pasaban de ahí. Hoy algo así sería imposible».
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!