Más de 5.000 explotaciones agrícolas se encuentran anegadas, con animales ahogados y decenas de miles de hectáreas bajo el agua, por las inundaciones que han asolado la región de Emilia Romaña, en el noreste de Italia, donde localidades enteras han quedado inundadas por las lluvias torrenciales de las últimas horas.
Así se desprende del seguimiento de los efectos de las inundaciones realizado por Coldiretti, la mayor asociación agrícola y ganadera de Italia, que también destacó hoy que hay desaparecidos y víctimas entre los agricultores, por los que expresó su «profundo pesar» en un comunicado.
Las inundaciones de las últimas horas en Emilia Romaña han causado al menos 9 muertos y más de 20.000 personas han tenido que ser evacuadas, así como enormes destrozos que han afectado a las líneas eléctricas, telefónicas y a la viabilidad en la zona.
Según Coldiretti, empresas, invernaderos, viveros y establos han acabado bajo el agua, así como viñedos, cultivos de kiwis, ciruelos, perales, manzanos, hortalizas y cereales, junto a instalaciones de transformación de productos agrícolas.
«También hay dificultades para garantizar la alimentación del ganado porque el forraje se ha visto comprometido y falta agua para abrevarlos en las zonas de colinas, con problemas de viabilidad por los daños en las infraestructuras rurales causados por desprendimientos y corrimientos de tierra», explicó.
El sector más afectado es el hortofrutícola, con la lentitud con la que fluye el agua que ha quedado en los huertos, «asfixiando» las raíces de los árboles hasta que se pudren, y el riesgo de provocar la desaparición de plantaciones enteras que tardarán años en volver a ser productivas, con una producción bruta comercializable de frutas y hortalizas de 1.200 millones de euros en la región.
Los pérdidas son «incalculables a la espera de la salida de las aguas que han invadido los huertos y las valiosas hortalizas de la región, las casas rurales, las granjas con tractores y maquinaria cubiertos de barro», según Coldiretti, después de que el presidente la región, Stefano Bonaccini, cifrase las daños en «varios miles de millones de euros».
«En estos momentos la prioridad es salvar vidas humanas, pero inmediatamente hay que poner en marcha todas las acciones útiles encaminadas a la recuperación económica y productiva porque está en juego la propia supervivencia de cientos de empresas y de los trabajadores que dependen de ellas», declaró el presidente de Coldiretti, Ettore Prandini.
El responsable, que se congratuló de las medidas de suspensión de obligaciones en materia fiscal y contributiva y de procedimientos judiciales anunciadas por el Gobierno, pidió al Ejecutivo «un decreto-ley especial y la asignación de recursos adecuados para hacer frente a los daños sufridos, que crece por horas para las actividades agrícolas».
«Las herramientas de intervención ordinarias deben activarse lo antes posible, pero no son suficientes para garantizar el rescate o la continuidad de las cadenas de suministro agrícola en la zona afectada», añadió.
El Gobierno italiano, que ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario el próximo martes, anunció que destinará 20 millones, que sumarán a los 10 millones ya aprobados hace un par de semanas cuando la región sufrió otra inundación, para las primeras emergencias, además de suspender las obligaciones fiscales y las hipotecas durante un tiempo.
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