EFE
Managua.- La Alianza opositora que discute con el Gobierno una salida a la crisis de Nicaragua se ausentará este lunes de la mesa de negociaciones por segunda sesión consecutiva desde que el jueves pasado un «preso político» murió al recibir un disparo en la cárcel «La Modelo».
El propio Gobierno de Daniel Ortega anunció este lunes la ausencia de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que ya el viernes rechazó sentarse en la mesa en protesta por la muerte de Eddy Montes Praslín, un ciudadano nicaragüense-estadounidense, que estaba en la lista de al menos 232 «presos políticos» que el Ejecutivo se había comprometido a liberar en marzo pasado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo en una nota de prensa que la delegación del Gobierno «ante la mesa de negociación se hará presente, como todos los días, para dar continuidad a las negociaciones. La otra delegación ha indicado que no asistirá», por lo que acusó a la Alianza «no» cumplir su «palabra».
Montes Praslín falleció el jueves pasado cuando, según la versión oficial, atacó a un custodio de la cárcel «La Modelo», donde estaba recluido desde una fecha no precisada, y «hubo un disparo».
De acuerdo con la información disponible, Montes Praslín había sido reportado como desaparecido en octubre pasado y luego apareció en prisión.
Los reos por su parte afirman que la víctima recibió un balazo en la espalda durante un ataque armado de los custodios, quienes supuestamente se encontraban del otro lado de un cerco.
Diversos sectores de la sociedad nicaragüense han presionado a la Alianza Cívica para que no se presente a las negociaciones hasta que el Gobierno cumpla su compromiso de liberar a los 809 «presos políticos» que cuenta la oposición.
El Gobierno ha prometido cambiar el régimen carcelario a 232 manifestantes convictos para enviarlos a «convivencia familiar» a más tardar el 18 de junio.
En marzo pasado la Alianza y el Gobierno habían acordado que los «presos políticos» serían liberados de inmediato, y que las autoridades respetarían la Constitución en lo referido a las libertades de expresión y de prensa, pero hasta ahora las restricciones se mantienen.
Las negociaciones entre opositores y Gobierno de Nicaragua fueron suspendidas el 3 de abril pasado, pero las partes mantenían reuniones para encontrar una manera de que el Ejecutivo cumpliera con los acuerdos firmados, y discutir sobre la justicia para las víctimas de la crisis y el retorno de la democracia.
La crisis de Nicaragua se desencadenó en abril de 2018 y en el marco de las mismas cientos de personas han muerto, fueron arrestadas o desaparecieron durante protestas masivas contra el presidente Daniel Ortega.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), unas 325 personas han muerto en el marco de la crisis, aunque organismos locales elevan la cifra a 593, sin incluir a Montes Praslín, mientras Ortega reconoce 199.
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