La nave europea Juice, que viaja desde abril de 2023 a Júpiter, ha completado con éxito el primer sobrevuelo Luna-Tierra del mundo, una maniobra «arriesgada e impecable» en la que, además, la sonda ha podido probar sus instrumentos científicos.
«El comportamiento de la sonda ha sido excelente, estamos empezando a analizar los datos, ha sido un gran éxito», resume a EFE Ignacio Tanco, director de operaciones de Juice, quien recuerda que es el primer sobrevuelo Tierra-Luna (las asistencias gravitatorias en un planeta son comunes en las misiones pero no en dos cuerpos en tan poco tiempo).
Tanco califica la maniobra de «muy arriesgada» y hace esta descripción: «Estás pasando muy, muy rápido por un pasillo muy estrecho, como haciendo un esprint, y tienes que hacer un giro casi de 90 grados y procurar no pegarte contra ninguna de las paredes».
El experto asegura que el margen de error que han tenido ha sido «bajísimo».
El objetivo del sobrevuelo era redirigir la trayectoria de Juice a través del espacio, utilizando la gravedad de la Luna primero y de la Tierra después para cambiar la velocidad y la dirección de la nave.
El máximo acercamiento a la Luna se produjo a las 21:15 horas GMT del 19 de agosto, guiando a Juice hacia su máximo acercamiento a la Tierra poco más de 24 horas después, a las 21:56 horas GMT del 20 de agosto.
La nave usó la gravedad de la Tierra para dirigirse a Venus, en un atajo hacia Júpiter a través del Sistema Solar interior.
Mientras volaba a sólo 6.840 kilómetros sobre el sudeste asiático y el océano Pacífico, Juice tomó una serie de imágenes con sus cámaras de vigilancia a bordo y recogió datos científicos con ocho de sus diez instrumentos.
En el sobrevuelo lunar la nave pasó a tan solo 750 kilómetros del satélite terrestre y también sus dos cámaras de monitoreo pudieron sacar varias instantáneas, cuyos datos se recibieron en la estación terrestre de Cebreros, en Ávila (España), una de las tres estaciones de comunicación en el espacio profundo de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Operaciones Espaciales
Desde allí los datos se enviaron al Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Alemania.
«El sobrevuelo con asistencia gravitatoria fue impecable, todo transcurrió sin contratiempos, y nos emocionó ver a Juice regresar tan cerca de la Tierra», afirma Tanco en un comunicado de la ESA.
El sobrevuelo de la Luna aumentó la velocidad de Juice en 0,9 kilómetros por segundo con respecto al Sol, guiándola hacia la Tierra. El de la Tierra redujo su velocidad en 4,8 kilómetros por segundo con respecto al Sol, guiando la nave en una nueva trayectoria hacia Venus.
En total, el sobrevuelo de la Luna a la Tierra desvió a Juice en un ángulo de 100 grados con respecto a su trayectoria anterior al sobrevuelo, explica la ESA.
Este sobrevuelo, intrínsecamente arriesgado, exigió una navegación ultraprecisa en tiempo real, pero ahorró a la misión entre 100 y 150 kilogramos de combustible.
Durante el mes anterior al sobrevuelo, los operadores de la nave dieron ligeros impulsos a Juice para situarlo exactamente en la trayectoria de aproximación correcta. Después, entre el 17 y el 22 de agosto, se está siguiendo a Juice las 24 horas del día (tras el día 22 la conexión con la nave será de una ver por semana).
Tanco dice a EFE que el sobrevuelo ha sido «intenso» en cuanto a la preparación las semanas y meses anteriores, en los que el equipo simuló todo tipo de situaciones para estar preparados para cualquier anomalía, y «nominal» en cuanto a la ejecución.
Ha habido no obstante un par de «problemas menores, pequeñeces» que el equipo tendrá que analizar; por ejemplo, tenía previsto hacer una medición en el punto más cercano a la Luna con un altímetro láser pero no pudo ser, quizás por un problema configuración, pero está por ver.
Encendido de los diez instrumentos
Esta aproximación Luna-Tierra supone la primera asistencia gravitatoria de Juice en su viaje de ocho años al gigantesco gaseoso Júpiter y a sus tres lunas heladas, Calisto, Europa y Ganímedes, bajo cuyas cortezas se cree que puede haber océanos de agua líquida.
Aunque el objetivo principal era alterar su trayectoria, este también brindó la oportunidad de probar los instrumentos científicos en el espacio, con los diez encendidos durante el sobrevuelo de la Luna, y ocho encendidos durante el sobrevuelo de la Tierra.
Además de estos dos vuelos, Juice realizará varias asistencias gravitatorias más: Venus en agosto 2025 y entre 2026 y 2029 dos veces más necesitará el impulso de la Tierra. Llegará a Júpiter en 2031.
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