Nairobi.- Las Naciones Unidas exigieron hoy investigaciones sobre las muertes y las lesiones relacionadas con el golpe de Estado del pasado 30 de septiembre en Burkina Faso, señaló el portavoz de derechos humanos de la ONU, Seif Magango.

«Hacemos un llamamiento a Burkina Faso para que inicie unas investigaciones rápidas, exhaustivas e imparciales sobre todas las muertes y lesiones relacionadas con el golpe de Estado», indicó Magango desde la capital de Kenia a través de un comunicado.

Según Magango, al menos cuatro personas murieron y otras ocho resultaron heridas «en saqueos y manifestaciones progolpistas desde el 30 de septiembre».

El portavoz de la ONU también lamentó las denuncias de «múltiples violaciones de derechos humanos» que continúan reportándose en muchas partes de Burkina Faso, así como la «grave situación humanitaria y de seguridad» que padecen los civiles en el centro y el norte del país, regiones asoladas por la violencia de los grupos yihadistas.

«Informes creíbles sugieren que al menos ocho niños murieron de desnutrición recientemente en la ciudad de Djibo (norte), que ha sido asediada por grupos armados no estatales desde el pasado mes de mayo», se lee en el comunicado.

«El último convoy que intentó llevar asistencia humanitaria a la ciudad fue atacado por grupos armados el pasado 26 de septiembre, dejando 37 muertos, incluidos diez civiles», lamentó el portavoz de la ONU.

Si bien Magango celebró el compromiso de las autoridades burkinesas de combatir el terrorismo y promover y proteger los derechos humanos, también pidió que todas las operaciones militares cumplan «plenamente con el derecho internacional de derechos humanos e internacional, garantizando una protección efectiva de la población civil».

Asimismo, el portavoz mostró su preocupación por la decisión «arbitraria» de «suspender todas las actividades políticas y de la sociedad civil» de Burkina Faso por parte de los militares que tomaron el poder.

Burkina Faso vivió el 30 de septiembre su segundo golpe de Estado en lo que va del año, después del liderado el pasado 24 de enero por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.

El líder golpista, el capitán Ibrahim Traoré, asumió el pasado jueves el cargo de jefe de Estado y levantó la suspensión de la Constitución.

La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas que soporta el país desde abril de 2015, realizados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico y que han desplazado a casi dos millones de personas.

 

EFE

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