Organizaciones y activistas en la frontera sur de México organizaron este domingo una entrega de comida, ropa e insumos y una obra de teatro a cientos de migrantes, que están varados en la ciudad de Tapachula, estado de Chiapas, fronteriza con Guatemala.
«Es una situación de emergencia y lamentablemente no está siendo atendida de una manera digna y se le está faltando los derechos a los migrantes», dijo en una entrevista con EFE, Laisha Desirée, representante del Proyecto Faro de programas comunitarios de misión México
«Hoy venimos a pasar un momento agradable y a promocionar la higiene que deberían tener en este sitio y los alimentos que no a todos se les garantiza, además de actividades artísticas”, agregó.
Este domingo, el Proyecto Faro y la colectiva Cafecito para el corazoncito, se unieron para realizar un día comunitario, donde ofrecieron actividades de limpieza, donaciones de ropa, productos de higiene, actividades culturales y una piñata para los menores migrantes.
La representante explicó que en el campamento ubicado en la comunidad Viva México se entregaron 350 platos de comida para migrantes venezolanos, colombianos, haitianos, africanos y de otros países.
En este campamento, había unas 700 personas, sin embargo, en Tapachula, hay miles de personas que se encuentran en contexto de movilidad y muchas en situación de calle.
Luis Ochoa, migrante de Venezuela, agradeció la entrega de alimentos y dijo que esto les permite tomar fuerza y seguir su camino rumbo a Estados Unidos
“Este es un minuto de esperanza y esta comida nos da fortaleza. Llevamos seis días esperando los autobuses en este campamento y seguiremos en espera», dijo quien está en Tapachula con su esposa y su hijo.
A su vez, Gerardo Espinoza, miembro de la colectiva Cafecito, contó que su iniciativa nació en enero con la intención de repartir café a personas en movilidad en Tapachula pero creció a entrega de comida y otros insumos.
Recordó que en las diversas entregas que han cumplido siempre ha habido actividades artísticas y culturales como cine, música y en esta ocasión, se presentó la obra de teatro “Pirata del mar del Sur”, basada en un libro de Erika Zepeda, donde se puso en práctica la improvisación.
Espinoza dijo que con estas actividades se busca generar empatía y humanizar, dejar de pensar que son migrantes, ponerse en los zapatos de ellos y generar esperanza entre los migrantes entre tantas experiencias adversas que han pasado en su caminar y que se lleven ratos de alegría.
De acuerdo a los activistas, el proyecto comunitario contempla proyectos para la comunidad mexicana y extranjera en contexto de movilidad, con clases gratuitas, cocinas comunitarias, actividades artísticas y culturales, entre otras acciones.
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