Río de Janeiro, Brasil. Los habitantes de Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, disfrutaron en los últimos tres días de películas, cortometrajes y especiales exhibidos en una montaña frente a sus casas, que fue convertida en una gigantesca pantalla de cine de 90 metros de ancho por 50 metros de altura.
Usando una pared rocosa del cerro Dois Irmaos como telón para su exhibición, los responsables por el proyecto «Projeta Rocinha» dijeron haber ofrecido diversión a unas 100.000 personas, incluyendo a los habitantes de la famosa favela y a los de barrios vecinos, entre los que destaca el acomodado y lujoso Sao Conrado.
Cientos de personas aprovecharon sus ventanas, terrazas y cubiertas para asistir a taquilleras películas brasileñas de los últimos años, para lo que tan sólo necesitaron encender una estación de radio local que ofreció el sonido o conectar sus móviles a portales que ofrecieron el audio en streaming.
Según los responsables por el proyecto, fue la mayor exhibición de cine ya realizada en el mundo teniendo en cuenta el público y el tamaño de la pantalla, que superó al mayor telón de cine conocido, uno de la red Imax en Alemania con 38 metros de largo.
La pantalla improvisada en el morro Dois Irmaos tenía el tamaño equivalente al de 5 edificios de 18 pisos colocados juntos, calculan los organizadores.
Las exhibiciones, siempre por las noches entre el viernes y este domingo, incluyeron largometrajes (uno diario), cortometrajes, clips musicales, producciones audiovisuales de los propios habitantes de Rocinha, vídeos de las asociaciones vecinales, intervenciones poéticas de artistas de la favela y mensajes informativos sobre la covid.
«Los 100.000 habitantes de Rocinha y barrios vecinos vivieron la experiencia de presenciar la mayor proyección de América Latina y asistieron a contenidos afirmativos que surgieron del volcán de creatividad y actitud de la propia favela», afirmó la coordinadora del proyecto, Marina Marinho.
Mauricio Soca, director de la Casa de Cultura de Rocinha y que fue coproductor del evento, explicó que la exhibición llevó cultura, arte, conocimientos, orientaciones sobre salud y diversión a los habitantes de la favela, que también pudieron conocer las producciones culturales y artísticas de sus propios vecinos.
PROYECTO EMPODERÓ LA CULTURA Y EL ARTE DE ROCINHA
«El evento tuvo el carácter divertido de un festival y al mismo tiempo fue empoderador, ya que dio fuerza a la cultura, a las minorías, a la geografía local, a los proyectos y a los movimientos culturales que hay en la favela», afirmó Marinho, una de las fundadoras de la productora de cine y televisión Dona Rosa Filmes.
La organizadora destacó que lo más importante del proyecto fue la posibilidad de ofrecer diversión gratuita y arte en tiempos de pandemia sin generar aglomeraciones, manteniendo el distanciamiento social y sin que el público tuviera que salir de casa y exponerse al virus.
Soca, que vive en Rocinha hace 50 años y es uno de los principales productores culturales de la barriada, ha promovido varios eventos para sus vecinos en los que han participado famosos cantantes y grupos musicales brasileños como Gilberto Gil, Ivete Sangalo, Zeca Pagodinho, O Rappa y Marcelo D2.
Esta barriada irregular que se expandió por la empinada montaña que separa a los acomodados barrios de Sao Conrado y Gavea ocupa un área de 95 hectáreas, en la que se aglomeran miles de humildes viviendas, decenas de comercios y pequeñas edificaciones.
Pese a que el Censo de 2000 calculó su número de habitantes en 70.000, las organizaciones vecinales dicen tener registro de cerca de 100.000.
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, sus 25.742 domicilios la convierten en el «mayor aglomerado subnormal» de Brasil y en un enorme dolor de cabeza para las autoridades que combaten la pandemia, ya que la favela cuenta con cerca de 48.000 habitantes por kilómetro cuadrado, una densidad que impide cualquier forma de distanciamiento social.
Esta barriada a pocos kilómetros de la playa y con una espectacular vista al mar se ha convertido hasta en atracción turística y recibe diariamente excursiones de visitantes extranjeros, principalmente europeos, y ha atraído a personalidades como la cantante Madonna.
Pese a ello, así como las otras grandes favelas de Río, vive la tragedia de ser un área de actuación de organizaciones de narcotraficantes y es palco recurrente de tiroteos con muertos.
Uno de estos enfrentamientos, en octubre de 2017, provocó la muerte de una turista extranjera que hacía un recorrido por la favela.
EFE noticias
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