En comparación con años anteriores, la afluencia de consumidores en la zona comercial de San Félix, ha sido notablemente baja, a pesar de la apertura de numerosas tiendas que ofrecen ropa, perfumes, utensilios para el hogar, electrodomésticos y calzados.
La gente busca lo más económico, muchos cazan ofertas para vestir a sus hijos. Los precios varían, puedes obtener un artículo desde 1 dólar, haciendo que el presupuesto se ajuste al bolsillo del consumidor.
La creciente competencia han dejado a los pequeños emprendedores en una posición vulnerable; mientras que las opiniones de los comerciantes consultados indican un sentimiento generalizado por las pocas ventas; aunque, otros afirman que han sido favorables.
Ciertamente el libre mercado hace que la competencia sea feroz en las calles de la mencionada zona comercial, cada negociante se la ingenia para captar a los consumidores, aplicando el 1X2, otros a 1 dólar por cada producto, e incluso un 30 y hasta un 50 por ciento de rebajas.
Buhoneros
Para uno de los miembro de la economía informal, el 24 y 25 de diciembre le fue tan mal con las ventas, cree que pudieran mejorar este 31 de diciembre, último día del año 2024.
Otra vendedora consultada expresó que el 2024 para ella, ha sido uno de los peores años de su vida.
Carmen Fuentes dijo que las ventas estuvieron bajas durante este año, “demasiados comercios. La competencia y ofertas desleal ha sido el enemigo número uno de los vendedores informales”, apuntó.
José Valor, locutor y asesor de una tienda invitaba a las personas a comprar en el negocio, según, tienen los mejores precios, una doce de medias en 2.3 dólares, “la política de los dueños es que el cliente no se vaya con las manos vacías, no tenemos competencia en el centro de San Félix”, apuntó.
Consumidores
Rosa Márquez, maestra de profesión, andaba buscando ofertas para vestir a sus tres hijos, admitió que lo que ganaba, solo alcanzaba para medio comer, “lo que ayuda es el bono de guerra que está en más de cuatro mil bolívares, 90 dólares aproximadamente, más el resto de los bonos que no es mucho, todo se lo come la inflación”.
Adrianny Ramírez, es obrera, labora en una contrata de la alcaldía de Caroní, vive en el municipio Casacoima, estado Delta Amacuro, el sueldo no le alcanza para mantener su hogar.
Explica que diariamente paga 150 bolívares en pasajes, desde Piacoa, hasta San Félix para cumplir con su jornada de trabajo.
Es madre de cuatro niños, el mayor de los menores tiene 12 años y el más pequeño 1 año, su pareja se encuentra fuera del país.
La joven madre, coincide con Márquez, con respecto al “bono de guerra” que paga el Gobierno, “solo es un paliativo, me ayuda un poco para medio mantener la casa, solo en algo de alimentos”.
Ella, hacía milagros para vestir a sus cuatro hijos, “espero que el 2025 mejore la calidad de vida de los venezolanos”, apuntó.
Un oficial de la Policía Nacional Bolivariana, regateaba con la vendedora de un puesto de ropa, quería llevarle un conjunto de pantalón con una blusa a su hija de cuatro años, el costo era 10 dólares, al uniformado le pareció muy costoso para el sueldo que devengaba como funcionario.
Tienda de ropa
Un comerciante formal, declaró que durante el año, las ventas fueron bajas, «estábamos preparados para recuperarnos económicamente durante esta temporada navideña, sin embargo, la mercancía se quedó en los anaqueles, nada como los años pasados, este año fue peor que el anterior”.
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