Puerto Ordaz.-Mildred Guerrero y Noelvis Vera, tienen más de cuatro años cuidando y alimentando a los perros de la calle que hacen vida en la zona industrial Matanzas de Puerto Ordaz.
Todos los días se trasladan en su vehículo Fíat Fiorino, desde su casa hasta los alrededores de las empresas básicas. Son varios puntos que visitan para darle de comer a un número significativo de perros abandonados por sus dueños.
Después de las cuatro de la tarde, la manada de peludos se reúne en la avenida Fuerzas Armadas, en una esquina de Metalmecánica del Orinoco, a la espera del matrimonio, es uno de los puntos en el cual convergen más de 20 perritos.
Entre los peludos, están unos cachorros que nacieron en la zona, su madre se hallaba en la manada.
Durante el día se meten entre el monte; también en algunas fábricas abandonadas, lejos de los humanos.
También estas personas dan de comer a otros que tienen su territorio en la calle que conduce a la empresa Vhicoa.
Con pocos recursos
Guerrero y Vera, expresan que todo lo hacen por amor a estos seres de cuatro patas. Tienen en su casa 10 perros rescatados de las calles, se hallaban expuestos a morir por algún conductor irresponsable.
“Cuando podemos los alimentamos con perrarina y cuando no… les echamos arroz con recortes de pollo u otros productos”, dijo Mildred.
No reciben ayuda de nadie, solo algunas personas, una vez más que otra colaboran para darle de comer a los peludos.
Quieren crear conciencia en la población para que no abandonen a sus mascotas, “ellos, no son culpables de la crisis del país. Si nosotros dos podemos cuidar y alimentar a estos animalitos, otros no pueden cuidar a uno, sino que ven como única salida echarlos a la calle para que mueran de hambre o por las ruedas de algún vehículo”.
Entre la manada que alimentan, está una perra que tiene una infección, posiblemente en el útero. Presenta la vulva inflamada, el animal requiere de antibióticos y asistencia médica, el matrimonio asegura que una consulta con el veterinario y medicinas son costosas.
Operativo
Ambos, proponen a aquellas organizaciones protectoras de animales que aún funcionan en Puerto Ordaz que organicen, una jornada de asistencia médica, vacunación y esterilización de los peludos, en dicha zona.
Mildred, cuando no ve a uno de sus perros, sabe que algo le pasó, “pienso que algún conductor irresponsable lo mató. Hay personas que van detrás de un volante y en vez de evitar de atropellarlos, le lanzar el carro para arrollarlos”.
Pide a la gente que se moviliza de un lugar a otro en un auto que haga lo posible por respetar la vida de los perros de la calle.
Bladimir Martínez Ladera
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