Vecinos del liceo Luis Fernando Peñalver, han denunciado en reiteradas oportunidades el mal estado, abandono y la inseguridad que reina en la antiquísima plaza El Obelisco. Residentes de la avenida 5 de Julio, declaran que está oscura, enmontada y olvidada.
A juicio de algunos transeúntes: “la Plaza El Obelisco, un espacio importante de la ciudad, que debería estar hermosa y perfecta, porque su ubicación es estratégica, en una vía principal de la ciudad, la cual debería ser referencia histórica y de turismo, pero no tiene ninguna atención”, mencionó Maiskel Cedeño.
“Desde pandemia se cayó un gigantesco árbol, el cual cortaron para retirarlo y resulta que ha pasado el tiempo y continúa allí, pese a que han limpiado los alrededores e incluso el lugar, allí permanecen los troncos y la pared caída (…) esperamos que por favor antes que inicie el año escolar lo retiren por favor”, expresó Cedeño.
Historia y cultura
Según el periodista Américo Fernández, hasta hace poco cronista de la ciudad capitalina, en su blog Crónicas Angostureñas, el Obelisco fue erigido como un monumento a la Federación para conmemorar el 27 de abril de 1870, fecha en la que el general Antonio Guzmán Blanco inició la recuperación del poder arrebatado por la Revolución de los Azules al líder de la Guerra Federal Juan Crisóstomo Falcón.
También reseña que el Obelisco, está libre de bustos y alegoría, quedó de todas maneras de pie con su estructura de ladrillo y mezcla mulata, como monumento a la guerra Federal en la que por cierto, los bolivarenses siempre respetaron, jamás toleraron ningún agregado, menos cuando esos aditamentos se decretaban cómodamente para exaltar la megalomanía de ciertos gobernantes.
La antigua plaza Maturín fue dotada de jardín y un espejo de agua, pero su atractivo principal es el Obelisco en la Avenida 5 de Julio, frente al Liceo Fernando Peñalver, de acuerdo a la reseña del historiador Américo Fernández.
Espacios para recrearse
La referida plaza, ubicada en la avenida 5 de Julio, “se encuentra sin iluminación, con bancos rotos, enmontada, llena de basura, sin seguridad. Es por ello que denuncian y dejan ver su inconformidad por el abandono por parte de los organismos competentes”, declaró Andrés Filguera.
“Lamentamos que no podamos contar con un espacio para compartir ni sentarnos por las tardes, tenemos temor de hacer eso, y esa es la función primordial de una plaza, compartir y pasar un momento de esparcimiento”, aseveró Filguera.
Gabriel Hernández indicó: “nosotros como comunidad hemos asumido y limpiado estos espacios, sin embargo por un tema de la logística para los troncos se ameritan, porque incluso hasta los estudiantes han colaborado (…) la inseguridad azota estos espacios, y no es factible permanecer en estos espacios”.
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