Las nuevas condiciones restrictivas que anunció la Oficina del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (OFAC) sobre Venezuela, podrían generar un retroceso a las gestiones empresariales que se adelantan en el estado Bolívar para reactivar el aparato productivo a través de la inversión en áreas de turismo y comercio.
Tomás Guerra Roa, presidente de Fedeindustria Bolívar, rechazó que el Tesoro norteamericano insista en prácticas que solo han generado impacto negativo en la población más vulnerable.
«Venezuela ha venido desarrollando esquemas de planificación propios para soslayar las sanciones unilaterales y perjuiciosas que solo han generado trabas en el accionar del empresariado local».
A su juicio, la sustitución de importaciones, los avances en emprendimientos, el apoyo a la pequeña y mediana empresa, y la reactivación de la gran industria forman parte de un abanico de oportunidades que pueden truncarse si se mantiene el esquema de sanciones por parte del gobierno estadounidense.
En Guayana, el parque industrial es gigantesco.
«Estamos a las puertas de una gran transformación industrial que involucra a la industria petrolera como motor, pero que abre un abanico de oportunidades en otros ámbitos económicos para escalar hacia otro nivel de intercambio comercial con el resto del mundo».
Por esto, Tomás Guerra Roa considera improcedente e injusto que el discurso de los Estados Unidos siga siendo «sanciones» en vez de «diálogo».
«En Fedeindustria Bolívar promovemos el diálogo para el bienestar social entre todos los sectores, pues hemos logrado integrarnos», declara.
Este desafío, reunir a los sectores público, privado y a la comunidad, ha generado una simbiosis única que el gobierno norteamericano no puede obviar.
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