En las últimas semanas, las redes sociales se han inundado de denuncias provenientes de emprendedores venezolanos sobre los significativos retrasos en la llegada de mercancías importadas bajo el sistema conocido como «Puerta a Puerta».
Este servicio, ampliamente utilizado por pequeños comerciantes y emprendedores, ha generado incertidumbre entre sus usuarios, quienes aseguran que la mercancía comprada entre septiembre y octubre, ya sea por vía marítima o aérea, está retenida en Aduana o no ha salido del país de origen.
Cipriana Ramos, directiva de la Cámara de Comercio de La Guaira, en entrevista exclusiva con Nueva Prensa Digital, brindó un panorama sobre las condiciones actuales del comercio internacional hacia Venezuela. En sus declaraciones, explicó que las importaciones regulares que arriban por los puertos de La Guaira o Maiquetía están saliendo con relativa normalidad, siempre y cuando los importadores cumplan con todos los requisitos legales, como permisos, registros y documentación.
Sin embargo, destacó que existe una interrupción parcial de servicios en algunas instituciones clave, como el Ministerio de Salud y el Ministerio de Comercio, lo que podría estar afectando ciertos procesos puntuales.
Ramos también hizo énfasis en los problemas logísticos globales, como los retrasos derivados de la congestión en el Canal de Panamá, aunque aclaró que esta situación no es nueva ni exclusiva de este año. Además, mencionó las dificultades asociadas con los vuelos limitados hacia Venezuela, ya que muchas cargas deben ser redirigidas a puertos satélites antes de llegar al país.
«La planificación es clave en este contexto. Si antes podías planificar una compra en octubre, ahora sabes que debes hacerlo con más antelación para evitar demoras», puntualizó Ramos.
El ‘Puerta a Puerta’ en la mira
Uno de los puntos centrales del debate gira en torno a la naturaleza y legalidad del sistema Puerta a Puerta. Ramos destacó que este servicio, aunque muy popular, no es considerado una importación formal, ya que opera bajo esquemas simplificados que suelen estar sujetos a restricciones específicas.
Según explicó en una entrevista anterior con Shirley Varnagy, las mercancías enviadas vía marítima bajo este sistema deben pasar por el mismo proceso de nacionalización que una importación ordinaria. Por otro lado, las cargas vía aérea tienen límites de valor, generalmente menores a 100 dólares por artículo, y no deben tener propósitos comerciales.
Adicionalmente, los envíos Puerta a Puerta por vía marítima son considerados ilegales en Venezuela porque no cumplen con los requisitos establecidos para las importaciones formales. Este tipo de envíos suele evitar procesos de aduana regulares, lo que implica una falta de control sobre los aranceles y permisos necesarios. Las autoridades aduaneras han intensificado la supervisión sobre estas operaciones, lo que ha generado mayores retrasos y una mayor cantidad de mercancías retenidas.
«Me extraña que empresarios utilicen este esquema, porque los importadores formales suelen operar a través de los canales regulares», resaltó Ramos en entrevista con nuestro medio de información. También sugirió que los emprendedores revisen la reputación y el respaldo de sus operadores logísticos para garantizar un mejor seguimiento de sus cargas.
Regulaciones y políticas tributarias en 2023
Como parte de una estrategia para aumentar los ingresos fiscales, el Seniat implementó en 2023 medidas destinadas a regular las importaciones realizadas mediante el esquema «Puerta a Puerta» y a través de empresas de servicios de courier. Aunque no se han promulgado nuevas normativas específicas para estas operaciones, las autoridades han intensificado la aplicación de las regulaciones existentes.
Expertos del sector marítimo, gremios aduaneros y analistas económicos coinciden en que este tipo de envíos había gozado de condiciones bastante flexibles, lo que permitió que muchas importaciones comerciales se llevaran a cabo con bajos niveles de carga tributaria. Durante años, el gobierno mantuvo una postura permisiva, especialmente en un período de alta escasez de productos básicos. Sin embargo, esta flexibilidad ahora parece estar disminuyendo.
En años anteriores, específicamente entre 2015 y 2016, se facilitaron gradualmente las importaciones de ciertos bienes esenciales, incluso exonerándolos de aranceles e impuestos (Gaceta Oficial Nº 40.734). En 2018, esta política se amplió considerablemente (Gaceta Oficial Extraordinaria 6.393), incentivando el auge de los bodegones que comercializan productos importados, muchos de ellos a precios competitivos.
Actualmente, el Seniat busca optimizar los ingresos fiscales aprovechando esta dinámica. Las autoridades han insistido en que las importaciones marítimas deben realizarse a través de los canales regulares, cumpliendo con el pago de impuestos y aranceles correspondientes. Por su parte, algunas empresas de courier ya notificaron a sus clientes sobre un aumento de entre 35% y 38% en las tarifas de envío hacia Venezuela.
Normativas vigentes sobre envíos courier
Según la Resolución que Regula los Servicios de Mensajería Internacional ‘Courier’ de 1997, si una persona compra un producto en el exterior con un costo que no supere los 100 dólares, la empresa de courier que lo trae hasta Venezuela no está obligada a declararlo en aduanas, y el cliente solo paga el costo del envío.
Para valores superiores a 100 dólares y menores a 2 mil dólares, la empresa de courier debe nacionalizar la mercancía y pagar impuestos según el tipo de producto, pero lo hace a nombre del cliente. Cuando el valor supera los 2 mil dólares, el dueño de la mercancía debe realizar la declaración de aduanas de forma ordinaria, registrarse en el sistema Sidunea y gestionar permisos según corresponda.
La normativa también establece que los envíos Puerta a Puerta deben realizarse por vía aérea o terrestre. Sin embargo, en los últimos años, muchas operaciones se realizaron por vía marítima. En caso de mercancías no declaradas, las autoridades pueden tipificar el hecho como un ilícito aduanero o contrabando.
Empresas de courier también indicaron que la carga marítima clasificada como envíos comerciales (más de seis piezas de un mismo artículo) estará sujeta a aranceles según el tipo de mercancía, más un 16% de IVA y 1% de servicio aduanal. Además, se cobrarán tarifas adicionales por pie cúbico y por cada 100 dólares declarados.
La perspectiva de los emprendedores
En Ciudad Guayana, varios emprendedores han manifestado su preocupación. Dos comerciantes que trabajan con ropa, calzado, perfumes y juguetes informaron que tienen mercancías retenidas en Puerto Cabello y que no han recibido información clara de las empresas courier responsables del envío. Uno de ellos, que prefirió mantenerse en el anonimato, expresó: «El mayor problema es la falta de información. No sabemos si la mercancía llegará a tiempo para la temporada navideña, eso afecta nuestras ventas, la dinámica en nuestra tienda y la confianza de los clientes».
Otra emprendedora dedicada a la venta de ropa para niños y juguetes indicó que, de los envíos realizados en octubre, solo ha recibido algunas cajas. «Una de las empresas de envíos que suelo usar, es la que me mantiene informada, pero otras no me han dado ningún detalle concreto. Entendemos que hay retrasos, pero necesitamos información clara para tomar decisiones y comunicarle a nuestros clientes lo que está pasando».
Recomendaciones para los emprendedores
Ante esta situación, Ramos aconsejó a los emprendedores que deseen importar mercancía que trabajen con agentes aduanales y operadores logísticos confiables. También recalcó la importancia de planificar con más tiempo y mantenerse informados sobre las condiciones del comercio internacional. Finalmente, subrayó que los emprendedores deben conocer la legalidad del sistema que utilizan y las limitaciones asociadas al mismo.
En un contexto de restricciones globales y limitaciones locales, la planificación y la información oportuna son esenciales para que los emprendedores puedan sortear los desafíos del comercio internacional.
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