Brasilia.- El Senado brasileño aprobó este viernes una resolución que declara al país en «estado de calamidad pública», que fue solicitado por el Gobierno para tener una mayor libertad en el manejo de los presupuestos y enfrentar la pandemia del COVID-19.
La medida, de carácter administrativo y ya aprobada en la Cámara Baja, entre otros aspectos libera al Gobierno de la obligación de cumplir con la meta fiscal prevista para este año, que propone un déficit de 124.000 millones de reales (unos 24.800 millones de dólares), equivalente al 1,5 % del producto interno bruto (PIB).
También dará mayor flexibilidad al gasto, con lo que el Gobierno podrá alterar las partidas presupuestarias sin la autorización parlamentaria que exigen las leyes.
El «estado de calamidad», que estará en vigor hasta el próximo 31 de diciembre, fue aprobado por el Senado en la que ha sido la primera sesión virtual de su historia.
Los legisladores se pronunciaron en forma telemática, ya que las sesiones ordinarias fueron suspendidas debido a la pandemia de coronavirus.
La sesión fue dirigida por el vicepresidente del Senado, Antonio Anastasia, pues el presidente, Davi Alcolumbre, está de reposo después de que esta semana dio positivo de coronavirus.
MAS FLEXIBILIDAD, PERO SIN AUMENTO DEL GASTO
La medida, si bien dará más libertad al Gobierno en la ejecución de los presupuestos, no le eximirá de atenerse a una ley aprobada en 2017, que limita el aumento del gasto público anual a la tasa de inflación del ejercicio inmediatamente anterior, que en 2019 fue del 4,31 %.
Por tanto, si bien podrá alterar el destino de los recursos que se previó en los presupuestos, el Gobierno no podrá aumentar el gasto, a menos que solicite al Parlamento una suspensión de la ley de 2017, que debería ser discutida por ambas cámaras.
Aunque el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro ha adoptado una línea económica absolutamente liberal, la emergencia provocada por el coronavirus lo ha obligado a disponer de dinero público para ayudar a las capas más pobres de la sociedad y a las empresas frente al previsible deterioro económico que traerá la pandemia.
EL COMERCIO CIERRA GRADUALMENTE FRENTE A LA PANDEMIA
En las principales ciudades del país, el comercio ya ha cerrado sus puertas casi en su totalidad y, aunque aún no se han adoptado medidas que restrinjan la circulación de personas, el Ministerio de Salud ha recomendado a los brasileños que «se queden en casa».
Hasta ahora, según los últimos datos oficiales, en Brasil se han registrado unos 650 casos de coronavirus, con siete muertes, pero la previsión de las autoridades sanitarias es que el pico sea alcanzado hacia el próximo mayo.
La pandemia ha llegado en momentos en que la economía brasileña sufre aún los efectos de la recesión del período 2015-2016, en el que perdió 7 puntos porcentuales.
En 2017 y 2018 se recuperó el crecimiento, pero a un ritmo del 1,3 % anual, que perdió fuerza en 2019, cuando la expansión fue del 1,1 %.
Para este año, el Gobierno esperaba un crecimiento del 2,3 %, pero ya ha rebajado esa previsión al 2,1 %, a la espera de un nuevo recorte como consecuencia de la pandemia.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!