Washington, Estados Unidos.  Estados Unidos expresó este domingo su satisfacción por el reencuentro del periodista cubano Roberto Quiñones con su familia tras ser liberado el viernes luego de cumplir un año de cárcel, y criticó a La Habana por el “injusto encarcelamiento” del reportero “por el simple hecho de hacer su trabajo”.

“Es vergonzoso que el régimen cubano encarcelara a un periodista cuyo único ‘crimen’ es trabajar por una sociedad más transparente”, señaló en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, para quien esto “tampoco es sorprendente”.

“El régimen -agregó- usa cualquier excusa para silenciar sus críticos y violar los derechos humanos, incluidos los derechos a la libertad de expresión y las garantías de un juicio justo”.

Quiñones fue sentenciado a un año por «resistencia y desobediencia» en agosto de 2019 y encarcelado en septiembre.

El origen del caso se remonta al 22 de abril del año pasado, cuando Quiñones se disponía a cubrir el juicio en Guantánamo a una pareja de religiosos procesados por querer educar a sus hijos en su hogar.

Él alegó entonces que fue detenido sin motivo aparente, esposado, conducido a la comisaría y golpeado en varias ocasiones, en las que asegura que le lesionaron el tímpano y le causaron varios hematomas.

Según la sentencia, sin embargo, Quiñones exhibió un «comportamiento provocador» y «se negó en acompañar a los agentes policiales», además de no llevar consigo el carné de identidad.

El fallo judicial atribuyó las lesiones al «desempeño adecuado de funciones públicas» de las fuerzas del orden cubanas y justificó la dureza de la condena en el «actuar antijurídico, la peligrosidad social y las condiciones personales» del periodista.

Para el Departamento de Estado, el 7 de agosto de 2019, el Gobierno cubano condenó a Quiñones por “dudosos cargos de resistencia y desobediencia”.

“Su detención y juicio estuvieron marcados por el flagrante menosprecio de las normas legales, típico del régimen cubano”, apuntó Pompeo, quien llamó a sus socios democráticos en el mundo a que hagan del respeto a los derechos humanos un prerrequisito para cualquier trato con Cuba.

Quiñones aseguró el viernes que seguirá ejerciendo su profesión pese a haber recibido amenazas.

«Lo he llevado bastante mal en la prisión, porque he perdido 30 libras (13,5 kg) de peso, he salido muy delgado. Las condiciones son muy malas», explicó a Efe el periodista de Cubanet -un medio de Miami cuya línea editorial es crítica con el Gobierno cubano- horas después de salir de la prisión en la ciudad de Guantánamo, en el extremo oriental del país.

Quiñones, de 63 años, aseguró que el mismo día de su salida de prisión agentes cubanos le conminaron a abandonar su trabajo como periodista, le propusieron un nuevo empleo -que rechazó- y lo amenazaron con emitir en la televisión pública un vídeo para desacreditarlo.

EFE noticias

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