Sergio Ramos, defensa del Sevilla, aseguró este domingo, tras el 1-2 con el que acabó el partido en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante el Celta, que la derrota fue «demérito» de su equipo.
«Una tarde para olvidar a pesar de habernos ido con el resultado a favor —la primera parte acabó 1-0 para los locales—. La actitud que no se negocia y la han tenido ellos. Perdimos tres puntos importantísimos», apuntó uno de los capitanes sevillistas, cuyo equipo pelea junto al Celta por separarse de los puestos de descenso.
«Hemos tenido ocasiones para matar el partido con el segundo gol», lamentó Ramos, quien insistió en que «se van tres puntos, en parte, por la actitud» del Sevilla.
El central sevillano también se refirió al enfado del delantero marroquí Youssef En-Nesyri con Quique Sánchez Flores tras ser sustituido y dijo que «en veinte años de carrera (esas situaciones) pasan en las mejores y peores familias». «Hay tensión siempre. Quién no se ha peleado con un padre o un hermano. No hay que sacarlo de contexto. Con un vaso de agua fría se pasa», apostilló.
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