Thiago Almada, reiteradamente elogiado y valorado por Javier Mascherano, fue de nuevo determinante para la supervivencia de la selección de Argentina en el torneo de fútbol de París 2024, en el que accedió a los cuartos de final con un triunfo ante Ucrania (2-0).
El mediocampista ofensivo del Botafogo brasileño, uno de los campeones del mundo en Lusail presentes en esta cita olímpica, desniveló la contienda en el Groupama Stadium de Lyon al inicio del segundo periodo con un disparo magníficamente ejecutado desde el borde del área, con clase y precisión. Claudio ‘diablito’ Echeverri, que le había reemplazado, puso la guinda en la prolongación.
El gol de Almada puso el punto de tranquilidad que necesitaba la Albiceleste, a la que le bastaba el empate para evitar un tercer k.o. olímpico consecutivo en la fase de grupos, pero que, ante la victoria de Marruecos en el otro partido del grupo, le podía ser letal un tanto del conjunto ucraniano.
El ‘diablito’ Echeverri, que había suplido al goleador a los 78 minutos, aprovechó el tiempo que tuvo para rematar la faena al aprovechar un rechace del guardameta ucraniano a un tiro de Kevin Zenón.
La selección Argentina, que tuvo un inicio tan surrealista con la polémica derrota ante Marruecos, espera ahora rival, que podría ser Francia en un duelo que puede ser tremendo.
España se clasificó de segunda
España llegó al último partido de la fase de grupos ya clasificada, a la espera de saber si como primera o segunda. Le valía el empate este martes ante Egipto para ser primera en un encuentro en el que Santi Denia rotó de inicio a diez de los once titulares del encuentro anterior, priorizando la recuperación de cara a los cuartos, en un plan que no le salió como esperaba y que acabó con una derrota por 1-2.
En un partido marcado por el calor -33 grados- y la humedad -entre el 60 y el 75% en las horas del encuentro- y por la ausencia de parón de hidratación, fue Egipto la que salió con más dinamismo al terreno de juego.
Y también con más necesidad, ya que España estaba clasificada y solo le faltaba saber si como primera o segunda del Grupo C, mientras que Egipto necesitaba sumar mínimo un punto para estar en los cuartos de final. Al final, fueron tres que le dieron el liderato.
Rotaciones no le funcionaron
Además, el seleccionador español Santi Denia rotó de inicio a todos sus futbolistas menos uno -Aimar Oroz-, mientras que Egipto repitió el once que venció tres días antes a Uzbekistán (1-0).
Con este contexto de salida, Egipto se mostró más eléctrica en ataque, con Adel Ibrahim, autor posteriormente del primer gol, avisando el minuto 6 y el 15 con sendos disparos desde dentro del área que fueron tapados por Beñat Turrientes y por Cristhian Mosquera, respectivamente.
Y es que el ‘10’ egipcio necesitaba salir del área para encontrar su hueco. Y así lo hizo en el minuto 40. Balón largo del central Omar Fayed para Zizo, quien le ganó el duelo aéreo a un Miguel Gutiérrez que acabó en el suelo, pidiendo falta. Mal balance defensivo de España… y gol.
Disparo desde la frontal, sin oposición, de Adel Ibrahim pegado al travesaño que Alejandro Iturbe rozó con la mano izquierda, pero sin la suficiente fuerza como para despejar el balón.
Tercer partido seguido de España encajando gol, pleno, pero el primero en el que se veía por detrás en el marcador.
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