El exlegislador Fernando Villavicencio, conocido en Ecuador por sus investigaciones periodísticas en casos de corrupción, se postula como precandidato presidencial en las próximas elecciones extraordinarias con la premisa de «enfrentar y derrotar a las mafias que han cooptado el Estado y que tienen de rodillas a la sociedad».
Villavicencio, que como presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional (Parlamento) emitió un informe contrario al juicio político de censura abierto por la oposición al presidente Guillermo Lasso por un presunto delito depeculado (malversación), aplaudió la decisión del jefe de Estado de disolver el Legislativo y realizar nuevas elecciones.
El exasambleísta independiente opinó en una entrevista con EFE que Ecuador vive «una maqueta de democracia» y aunque atraviesa «una tragedia económica», «no se ha ido al precipicio» porque está dolarizado, sistema que ofrece fortalecer.
De alcanzar la Presidencia en los comicios de este año, aseguró que enfrentará a las «las mafias políticas que están vinculadas al narcotráfico y a estructuras delictivas de minería ilegal, y también estructuras corruptas en el sector público».
Con inicios ideológicos en una «izquierda moderada», se ha posicionado como una de las voces más críticas contra el correísmo y ahora se define de centro, pero sin partido político.
Llegó al Parlamento por una invitación de «Concertación» y ha sido propuesto para los comicios de agosto por una red social y política en construcción, llamada «Gente buena», que ha hecho un primer acuerdo con el movimiento político «Construye-listas 25», otrora liderado por la exministra de Gobierno María Paula Romo, quien no se postulará para ninguna candidatura.
UN GOBIERNO «VALIENTE»
De 59 años y padre de 3 hijos, Villavicencio cree que Ecuador necesita un «Gobierno valiente» y ofrece desmantelar a las mafias «con la ley y con a las armas».
Como ejemplo, avanzó que los jueces y fiscales deberán someterse a un «registro de sus bienes», los jueces, a «un proceso de evaluación», y que el Ejecutivo denunciará directamente casos de corrupción.
Pretende depurar las Fuerzas Armadas y la Policía, y asegura que «todo ciudadano que se levante en armas (…) será sometido», para lo cual comprará equipamiento para las fuerzas del orden con dinero resultante -en gran parte- de la renegociación de contratos de servicios específicos a Petroecuador.
También prevé conseguir recursos de la renegociación de contratos de telefonía celular y de la apertura de proyectos mineros fuera de áreas protegidas, fuentes de agua o territorios indígenas.
«ECONOMÍA CRIMINAL»
«Este país ha llegado a un punto en el que hablar de inversión significa desmantelar estructuras criminales. Ningún empresario, extranjero ni nacional, viene a este país a invertir un centavo si sabe que mañana va a explotar un coche bomba a cien metros», dijo.
Por ello insiste en que, para reactivar la economía, que implica la convocatoria al «capital extranjero sano», hay que «derrotar a las mafias, lideradas principalmente por los cárteles de la droga».
Esto implica también una exigencia a los gobiernos de Colombia y Perú «porque el Ecuador no es un país donde se procese» droga, dijo.
«Ecuador está caminando muy rápidamente a la contaminación generalizada de la economía. Tenemos una economía criminal financiada por el narcotráfico, por la minería ilegal y por los recursos de los sobreprecios y los sobornos de la corrupción en el sector público», se lamentó.
RELACIONES EXTERIORES
Villavicencio apuesta por la firma de acuerdos de libre comercio con una «cláusula ética» y ve indispensable la revisión del recientemente firmado con China, pues «no puede suscribirse sin visibilizar todos los casos de corrupción de las empresas chinas durante más de 15 años en este país», advirtió.
Se inclina por una «gran relación» con Estados Unidos profundizando la cooperación en la lucha contra el crimen organizado, campo en el que también quiere la participación de la Unión Europea.
Es tajante al señalar a Venezuela y a Nicaragua como «dictaduras», y subraya que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, «está muy lejos del Gobierno de Venezuela».
Y sobre El Salvador señaló: «Comulgo con la lucha contra el crimen organizado, pero no comparto los métodos utilizados por el Gobierno de El Salvador. Soy partidario de combatir a las cabezas del crimen organizado, porque si combato abajo, ellos siempre se van a reproducir».
POSIBLES ALIANZAS
El precandidato cree posible un triunfo en primera vuelta si se logra acuerdos entre el exvicepresidente Otto Sonnenholzner y el excandidato presidencial Yaku Pérez, posibles precandidatos.
Se muestra dispuesto a dialogar y que quien tenga las mejores opciones encabece la papeleta electoral para los comicios del 20 de agosto, para los cuales ya hay más de cinco precandidatos.
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