Kabul.- Miles de civiles afganos comienzan a recibir armas distribuidas por el Gobierno de Kabul, en varias partes del país, como parte de un esfuerzos para hacer frente a una ofensiva de los talibanes, que toman el control cada vez más territorio, y han obligado al retiro de las tropas.
«En todas las provincias del norte, miles de personas tomaron las armas en apoyo de las fuerzas de defensa y seguridad nacional, y prácticamente están luchando contra los talibanes», informó a Efe el portavoz del Ministerio de Defensa, Fawad Aman.
Desde el Ministerio de Defensa «se les proporcionará todo tipo de instalaciones y equipos que necesiten» y se comprometerán a brindar todo el apoyo necesario a los levantamientos públicos, incluidas armas, municiones y financiación en la lucha contra los insurgentes, aseguró el portavoz.
A este llamamiento se unió el recién nombrado ministro de Defensa, Bismillah Muhammadi, que hizo un llamado «al pueblo patriota, para que apoye a sus fuerzas de seguridad en sus áreas».
«Estamos listos para proporcionarles todas las instalaciones y equipos necesarios», publicó en su cuenta oficial de Facebook.
CIVILES CON EXPERIENCIA
La mayoría de los civiles armados se encuentran reunidos en territorios bajo el mando de ex líderes yihadíes o «señores de la guerra», como se conoce a los líderes que pelearon en contra la invasión de las fuerzas soviéticas en 1980.
Entre los ex líderes yihadíes que se mostraron dispuestos a organizar a sus combatientes en la lucha contra los talibanes se encuentran el excomandante tayiko Atta Mohammad Noor, el líder uzbeko Abdul Rashid Dostum, y el líder hazara Muhammad Mohaqiq.
En los últimos días, estos grupos civiles tomaron las armas en varias provincias del norte de Afganistán, incluidas Takhar, Baghlan, Jawzjan, Sar-e-Pol, Faryab, Kunduz, Balkh, Parwan, Kapisa, y Badghis, Kunar; además de Nangarhar, situada en el este; Kandahar y Paktia, ubicadas en el sureste del país; y la provincia occidental de Herat.
El llamamiento del Gobierno afgano a los civiles para ayudar a las fuerzas de seguridad se produce tras un aumento sin precedentes de la violencia por parte de los talibanes en el último mes y medio.
Solo en las últimas 24 horas, tres de los distritos más vulnerables e inseguros de Afganistán cayeron en manos de los talibanes tras la retirada de las fuerzas de seguridad afganas.
Estos fueron los distritos de Patan, de la provincia occidental de Paktia; de Ab-band, en la provincia sureña de Ghazni; y de Khash, en la provincia noroccidental de Badakhshan, quedaron en manos de los talibanes tras «la retirada táctica» de las fuerzas afganas confirmaron hoy a Efe funcionarios de la autoridad local, bajo la condición de anonimato.
El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, que también confirmó la captura de estos distritos, afirmó además haber obtenido una gran cantidad de armas, municiones y vehículos de las fuerzas de seguridad.
INCREMENTO DE ATAQUES
En las últimas 24 horas, hubo feroces combates en al menos 10 de las 34 provincias afganas en los que el Ministerio de Defensa asegura haber matado a 209 combatientes y herido a otros 129.
«Las fuerzas de seguridad afganas, con la ayuda de las fuerzas del levantamiento público, están avanzando particularmente en las provincias del norte y algunas ofensivas importantes de los talibanes fueron rechazadas; se están realizando esfuerzos para recuperar las áreas perdidas», anunció el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Con la caída de estos últimos territorios, 58 de los 370 distritos que conformar el país han caído en manos de los talibanes.
Este avance sin precedente de los insurgentes coincide con el proceso de retirada oficial de las tropas estadounidenses y de la OTAN, que comenzó el pasado 1 de mayo y prevé completarse a mediados de septiembre.
La retirada de las tropas extranjeras parece haber dejado un efecto negativo en la moral de las fuerzas de seguridad afganas, que en algunos casos dependían de la fuerza aérea estadounidense para frenar los ataques de los talibanes.
Pese a que las fuerzas afganas han sido responsables de más del 96 % de las operaciones en Afganistán en los últimos meses, el poder aéreo y el apoyo técnico de Estados Unidos parecen haber sido cruciales para evitar el avance de los talibanes en la línea del frente.
LA AYUDA DE EEUU
La ayuda de Estados Unidos es fundamental para el Gobierno afgano, presionado por el rápido avance de los talibanes, que en casi 20 años de guerra, tras la invasión estadounidense, no había logrado tomar tantos territorios en tan poco tiempo.
Por este motivo, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, viajará en las próximas 24 horas junto a una delegación de alto nivel para reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden.
Durante la visita, Ghani buscará más ayuda militar para las fuerzas de seguridad afganas, incluido el suministro de equipo, capacitación, y asistencia financiera.
La Administración de Kabul espera que el viaje de Ghani a Estados Unidos, en este momento es tan importante, sea «exitoso».
Baber Khan Sahel EFE
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