En un rincón del estado Bolívar, en la que el ballet rara vez florece como una expresión artística, emerge una joven de notable talento que no solo se sumerge en la danza, sino que también comparte su ardiente pasión con su comunidad.
Con tan solo 18 años de edad, Andrea Betancourt se erige como una destacada personalidad en el universo del ballet en la región guayanesa.
Su apasionado viaje en el mundo de la danza se gestó desde una edad temprana, mientras formaba parte del Ballet Zandra Patricia y, gracias a su constancia y dedicación, logró llegar al concurso Caracas Grand Prix, trayendo esto la oportunidad de danzar en el reconocido Teatro Teresa Carreño.
En la actualidad, junto con la licenciada Marwil Hernández y Mariela Lobo, Andrea fundó la «Fundación Centro de Artes Ágape». Además de dirigir, comparte su amor por el ballet a través de la enseñanza.
En una reveladora entrevista concedida a Nueva Prensa Digital, Andrea Betancourt se adentra en los detalles de su fascinante trayectoria y sus proyectos futuros.
El camino hacia el Grand Prix
Con emoción, la joven expresa cómo se sintió al ser seleccionada entre tantos talentos: «Para entrar al Prix se debía audicionar, y las audiciones se realizaron en abril de este año. Los resultados se dieron justo el 29 de ese mes, justo el Día Internacional de la Danza. La emoción y la felicidad que sentí, no solo yo sino mi directiva y mis padres, fue un momento único».
A partir de ese momento, todo transcurrió sin dificultades. Cuando llegó a Caracas, experimentó una mezcla de emociones, manteniendo siempre en su mente que estaba cumpliendo uno de sus más grandes sueños.
Entre los momentos inolvidables, Andrea comparte un tierno recuerdo después de su actuación en la primera ronda del concurso. La emoción y el orgullo compartido con Mariela Lobo: «Al salir del escenario mi maestra y amiga Mariela Lobo me estuvo esperando justo detrás de la tarima. Cuando salí y la abracé no pude evitar llorar de la emoción, y le dije ‘lo logramos’, porque el haber estado en esa competencia era un sueño compartido de ambas».
Un futuro brillante
Aunque Andrea solo llegó a las finales del concurso, su mensaje para los jóvenes bailarines de su comunidad es claro: perseverancia y autosuperación. En sus propias palabras, «el camino del baile es larguísimo y complicado, pero realmente vale la pena por ese momento sobre el escenario. Es allí, cuando de verdad te das cuenta de lo lejos que has llegado, así que me gustaría recordarles a esos jóvenes que no se rindan. Ustedes no tienen idea todo el camino que les está esperando».
Después de esta experiencia, su objetivo a largo plazo es claro: formarse no solo como bailarina profesional, sino también como maestra para fomentar el arte en nuestro estado.
Más sobre la fundación
Para cerrar, Andrea adelanta las emocionantes sorpresas que «Fundación Centro de Artes Ágape» tiene preparadas para la temporada de diciembre.
En la temporada de diciembre, Andrea explica que habrá muchas sorpresas emocionantes para la ciudad.
«Estamos en plenos preparativos para una nueva producción, similar a la que presentamos en julio con ‘Coppelia’. En esta ocasión, brindaremos a la comunidad la oportunidad de presenciar una vez más una exhibición de nuestro arte. Todas nuestras alumnas, desde las más jóvenes hasta yo misma, participarán en esta emocionante propuesta».
Para obtener información detallada acerca de las actividades y eventos de la fundación, se puede seguir en Instagram a través de la cuenta @fca.agape.
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