Robinson Chirinos tomó la decisión de retirarse del beisbol como pelotero activo luego de 11 temporadas en Grandes Ligas y 10 campañas en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, anunció el miércoles a través de sus redes sociales.

“Con el corazón feliz, pero quebrantado, anuncio mi retiro del beisbol. Después de mucha contemplación y reflexión, he decidido cerrar este capítulo de mi vida”, escribió el receptor. “No es una decisión fácil, pero siento que es la adecuada para mí. Le he dado mi corazón y vida a este deporte”.

Chirinos, que cumplirá 39 años de edad en junio, ya se había despedido de la LVBP en el reciente ruedo luego de haber sido nombrado el primer capitán de Navegantes del Magallanes desde el adiós de Endy Chávez en la contienda 2018-2019. En ese momento indicó que esperaba continuar una o dos campañas más en la Gran Carpa, pero ante la ausencia de ofertas, optó por cerrar de forma definitiva su etapa como jugador.

“El beisbol ha sido más que un simple juego para mí, ha sido mi pasión y mi identidad desde que tengo memoria», continuó en su texto. “Desde las Ligas Menores hasta Las Mayores, he pasado mi vida persiguiendo el sueño de ser jugador profesional”.

Firmado al profesional como infielder por los Cachorros de Chicago, el camino de Chirinos incluyó 10 años en las granjas de los oseznos, antes de ser cambiado a los Rays de Tampa Bay, club con el que finalmente debutó en el Big Show, en 2011.

El oriundo de Punto Fijo es uno de sólo seis cátchers venezolanos (con mínimo 50 % de apariciones totales en la posición) que a lo largo de su trayectoria ligamayorista acumularon al menos 90 jonrones, 300 carreras empujadas y .700 de OPS, junto a Ramón Hernández, Salvador Pérez, Miguel Montero, Wilson Ramos y Willson Contreras.

Pero a la defensiva también tuvo rutilantes cosechas. En 2014, con los Rangers de Texas, exhibió el segundo mejor porcentaje en captura de corredores de la Liga Americana, con 39.7 % (29 outs en 73 intentos), y en 2019, ya con los Astros de Houston tuvo el tercer mayor WAR defensivo (1.8) del Joven Circuito, de acuerdo con Baseball-Reference.

“El beisbol es una metáfora de la vida”, plasmó Chirinos en su sentida publicación. “Me ha enseñado lecciones sobre el trabajo en equipo, la perseverancia, la resiliencia, la humildad y la gratitud que llevaré conmigo siempre”.

El año pasado disputó 67 juegos con los Orioles de Baltimore y dejó average de .180, con cuatro vuelacercas y 22 impulsadas en 195 turnos.

Su línea ofensiva vitalicia como grandeliga con Tampa, Texas, Houston, Chicago y Baltimore quedó en .226/ .319/ .419 con 95 cuadrangulares, 114 dobles y cinco triples, además de 305 fletadas y 275 anotadas.

En la LVBP promedió 269/ .353/ .418, con 16 estacazos y 84 remolcadas, siempre con el navío, donde quedó campeón en el curso 2013-2014.

“Al embarcarme en este nuevo viaje, atesoraré los recuerdos y las lecciones que me ha enseñado el beisbol”, mencionó Chirinos en su carta de despedida. “Desde la emoción de la victoria, hasta la agonía de la derrota, cada persona me ha convertido en la persona que soy hoy”.

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