Las clases de ética son diferentes a las de las demás materias: en ellas, el profesor que normalmente va a trasmitir conocimientos se encuentra con situaciones que muchas veces le enseñan algo nuevo o le obligan a reflexionar sobre los misterios del comportamiento humano. Para quienes son legos en el significado de algunos conceptos, de manera muy sencilla, les aclaro que la ética es una reflexión sobre lo bueno o lo malo de las acciones humanas. En este contexto, en días pasados me tocó evaluar unos ensayos presentados por alumnos de ética profesional, y me llamó la atención, el de un joven que, al empezar a exponer advirtió que tiene síndrome de Aspergen y titula su trabajo así: La equidad en la cuerda de seda de la sociedad.
El ensayo es muy crítico con la sociedad venezolana. Dice que nuestros compatriotas no saben, ni les interesa saber lo que es la igualdad o la equidad; mientras estén felices los sistemas legales no les importan; lo único, es vivir el día a día, cito parcialmente el ensayo que comento: “Voy con esta descripción de lo que pienso que es la equidad, porque aunque estoy rodeado de personas que no tienen conocimientos legales formales, me dieron sus pensamientos de lo que consideran la igualdad jurídica en la Venezuela actual, uno de los puntos que salieron a relucir es que las personas no se mueven a menos que se vean afectados, incluso cuando esto pasa mucha gente decide no actuar o dejárselo a otro…”
Equidad
Aunque el ensayo se refería específicamente al tema de la equidad, cosa compleja por ser una palabra polisémica y un concepto indeterminado, hace constante referencia a dos cosas fundamentales para la formación ciudadana: no tener conciencia de la importancia del derecho y ser indiferentes ante su violación. En efecto, como ya es un lugar común decirlo, hay que repetir que, en muy difícil ser ciudadano cuando solo se quiere ttener cosas sin importar si tienen derechos. Y la otra, más importante todavía, es que solo se tienen derechos si se lucha permanentemente por defenderlos; como decía Ihering, solo merecen la libertad y la vida quienes día a día luchan por defenderla
No soy especialista sobre lo que es el síndrome de Aspergen: me dicen que estas personas son muy inteligentes, pero tienen dificultades para socializar. En el presente caso, el joven autor del ensayo es muy preciso en sus conclusiones sobre los principales problemas de la sociedad, colocando el acento en la raíz de todos los males: el menosprecio por el derecho.
Desde la Teoría del Derecho surge la idea de que, solo con un sistema jurídico que sea lo suficientemente fuerte para hacerse respetar, se puede garantizar la existencia de un Estado de Derecho y esto se logra cuando la trasgresión de las normas se castiga con las sanciones establecidas en las leyes. Eso es verdad, pero no se puede pretender que la sociedad funcione a fuerza de castigos, esto debe ser la excepción. Es necesario que la importancia el derecho esté sembrado en la conciencia de la ciudadanía y la mayoría cumpla voluntariamente con las leyes.
La sociedad perfecta no existe, pero la realidad ha demostrado que los países que mejor funcionan social, política y económicamente, tienen una “regla de oro”: nada ni nadie puede estar por encima del cumplimiento de la ley.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!