El presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela, Pedro Pacheco Rodríguez, informó que el sistema de pagos «sin contacto» o «contactless» se está adoptando de manera progresiva en Venezuela y se espera que en junio de 2025 este modelo esté disponible en 100 % de la banca nacional.
Hasta ahora, el 40% de las entidades bancarias cuenta con tarjetas dotadas con este sistema que, de acuerdo con el dirigente gremial, es seguro.
Además, Pacheco Rodríguez indicó que este sistema tendrá un monto máximo de pago que en Venezuela será de 20 dólares, de manera que, a partir de ese monto, los usuarios tendrán que usar su clave o pin para validar la transacción.
«Todos estamos convencidos de que este sistema proporciona una buena experiencia para el usuario y que también la tecnología es que está detrás es segura», afirmó Pacheco Rodríguez.
El presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) indicó que, a través de las redes sociales se ha difundido «un mito» de que el sistema de pago sin contacto facilita el robo de los datos del usuario y ello no es así.
Por el contrario, este modelo de pagos «ha sido exitoso y más bien tenemos que celebrar que estén llegando estas tecnologías».
El presidente de la ABV indicó que Venezuela ha debido transitar por una transición tecnológica acelerada, debido a diversas circunstancias, pero la banca venezolana ha enfrentado el reto con éxito.
A su juicio, es necesario hacer un esfuerzo por elevar la cultura financiera de los venezolanos para que sean más conscientes de los riesgos que implica usar sin la debida precaución estos sistemas tecnológicos.
Contactless: ¿Qué es y cómo funciona?
Como su nombre indica, se trata de una tecnología de comunicación ‘sin contacto’ que permite pagar con tan solo acercar la tarjeta al terminal de venta.
El sistema funciona gracias al NFC (‘near field communications’), una tecnología inalámbrica de corto alcance que permite la transmisión instantánea de datos entre dispositivos que se encuentren a unos cuantos centímetros de distancia.
Su tecnología deriva de las etiquetas RFID, que son las que llevan algunos sistemas de seguridad para apertura de puertas.
Al incorporar esta tecnología en las tarjetas de crédito y los terminales de venta se crea un canal de comunicación que sirve para enviar y recibir la información relativa a la autorización del pago de forma segura.
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