Fráncfort.-Los mercados esperan que el Banco Central Europeo (BCE) actué este jueves para afrontar los nuevos riesgos económicos que ha generado la propagación del coronavirus.
El Consejo de Gobierno del BCE se reúne mañana para analizar la política monetaria de la zona del euro en un momento de gran incertidumbre porque se desconoce la magnitud de las implicaciones económicas que puede tener el coronavirus.
Este lunes las bolsas mundiales se desplomaron porque los mercados descuentan una recesión debido al coronavirus, y también por la fuerte caída del precio del petróleo después de que Arabia Saudí y Rusia no se pusieran de acuerdo en un recorte de la producción.
EEUU y la Unión Europea (UE) han decidido aplicar estímulos fiscales y medidas de apoyo para las empresas más afectadas, mientras que la Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco de Canadá, el Banco de la Reserva de Australia y hoy el Banco de Inglaterra han decidido bajar sus tipos de interés.
El mercado prevé que el BCE baje los tipos de interés, pero muchos analistas consideran que el recorte no ayudará mucho a la economía de la zona del euro y presionará más los márgenes de intermediación de los bancos.
Lo más importante es apoyar a las empresas de sectores que se están viendo afectadas por el coronavirus para evitar que problemas de liquidez se convierten en problemas de solvencia y se produzcan quiebras y desempleo.
Por ello las medidas que favorecen algunos analistas son las compras de bonos corporativos y la relajación de las condiciones de financiación a muy largo plazo de los bancos para que presten a las pymes.
El director de cartera senior de tasas del euro de PIMCO, Konstantin Veit, considera que «se ha acabado la luna del miel» para la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que afronta su primera prueba de la verdad al frente de la entidad.
El economista jefe de AXA Group, Gilles Moëc, dice que «a pesar de que la respuesta a la actual crisis debe ser esencialmente fiscal, creemos que la política monetaria aún tiene un papel que jugar».
Moëc destaca «la elevada probabilidad de que algunas empresas sufran amenazas existenciales en los próximos meses», y por ello considera que «sería apropiado reactivar el programa de compra de bonos corporativos, magnificando el cambio de orientación hacia activos privados», como ya se empezó a ver a comienzos de año.
«Sin embargo, dada la dependencia de la zona euro de la financiación bancaria, apoyar al mercado corporativo de bonos no será suficiente», opina Moëc.
La compra de bonos corporativos no ayudará a las pymes y por ello el BCE podría introducir cambios en las subastas de refinanciación a largo plazo «para incentivar a los bancos a mantener sus líneas de crédito para las pequeñas empresas», dijo Moëc.
El mercado descuenta que el BCE recortará la tasa de interés a los depósitos bancarios, que está en el -0,50 %, en 10 puntos básicos.
Dada la apreciación del euro, después de que la Fed bajara sus tipos de interés, «no ceder a las presiones del mercado podría dañar la competitividad en la eurozona», afirma Moëc.
El director global de renta fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier, comenta que «ante el empeoramiento de la crisis del mercado de valores y las medidas de contención masiva en Italia, que deberían adoptarse gradualmente en otras partes de Europa, el BCE no puede dejar de actuar».
Dixmier también prevé que si el BCE baja los tipos de interés en 10 puntos básicos, aplique medidas de compensación para los bancos y no les cobre por el exceso de sus reservas hasta un umbral específico para cada institución.
Los analistas también esperan que el BCE revise a la baja sus previsiones de crecimiento e inflación.
En diciembre el BCE pronosticó un crecimiento del 1,1 % en 2020 y del 1,4 % en 2021 y 2022, con una inflación del 1,1 % este año; del 1,4 % el próximo, y del 1,6 % en 2022.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!