Londres.-Fue el 22 de diciembre de 2020 cuando Messi empezó a mirar a ‘O Rei’ Pelé por el retrovisor tras superarlo como máximo goleador en un mismo club, hito que logró con unas botas que ahora se subastan en Londres con el fin de recaudar fondos para un proyecto del hospital Vall d’Hebron.
En un duelo de titanes, solo apto para astros de ilimitada efervescencia goleadora y eterno apego a la camiseta, el crack argentino batió sin pedir permiso ni perdón al exdelantero del Santos al certificar su diana 644 con el FC Barcelona.
Fue en la penúltima jornada liguera del año, en un cruce contra el Real Valladolid, cuando Messi se redimió de un agridulce inicio de temporada con tres tantos que supieron a gloria y que regalaron optimismo al Barça con un 0-3 en vísperas a Navidad.
Cuatro meses después, las botas que llevaron al argentino a firmar con la elástica blaugrana otro capítulo de la historia del fútbol meterán un último gol al venderse en una subasta en línea de Christie’s que terminará este viernes al mediodía con un precio que, a horas del golpe de martillo, asciende a las 45.000 libras (unos 51.800 euros).
Con esta suma, las botas «que hicieron historia» -así las presenta la casa de subastas londinense- romperán otro récord más al rebasar el mayor precio jamás pujado por este calzado de fútbol, un título que antes ostentaban unas botas de Paul Pogba, subastadas con fines benéficos en 2019 por 37.000 euros en París.
Con ellas, el mediocampista francés marcó en 2018 uno de los goles que coronaron a Francia como campeona del mundo por segunda vez en la historia, ante Croacia en un encuentro en Rusia que se saldó con un 4-2.
DE LA CANCHA AL MUSEO
Tras su histórico gol 644, Messi donó sus Adidas al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que acordó con el blaugrana subastarlas para dedicar los beneficios al programa «Arte y Salud», una iniciativa pionera que el museo lleva a cabo desde 2018 junto con el Hospital Universitario Vall d’Hebron y el Instituto Catalán de la Salud.
A través de varias actividades, el proyecto ahonda en el arte como una herramienta terapéutica y preventiva para mejorar la salud física y emocional de niños y de sus familias.
Una causa que para Messi cobra un valor especial porque le permite «devolver algo a todos los niños que luchan por su salud», asegura en un comunicado el argentino, convencido de que la subasta ayudará a «crear conciencia».
Las botas, ambas firmadas por el ’10’ del Barça, lucen las inscripciones «Antonella Roccuzzo» (pareja de Messi) y «Thiago, Mateo y Ciro» (sus tres hijos) con sus fechas de nacimiento, una personalización visiblemente desgastada por las idas y venidas en el terreno de juego.
IRREPETIBLE EN UNA GENERACIÓN
Incluso para la casa de subastas Christie’s, acostumbrada a tratar cada día con «objetos maravillosos», resulta «inusual coincidir con un par de botas de tanta importancia que pertenezcan a un jugador que todavía es un héroe y que sigue cumpliendo», remarca a Efe Zita Gibson, directora de colecciones privadas e icónicas.
El mayor reto, asegura la experta, fue poner un precio a las botas, dado su elevado valor como pieza de coleccionista al representar un momento clave en la historia del fútbol que «es poco probable que se repita de nuevo en una generación».
El hito quedará inmortalizado en unas botas de récord que, tras estampar el nombre de Messi en los registros goleadores, se retiran ahora de la cancha de fútbol para jugar su partido más solidario, lejos de casa y a golpe de puja y martillo.
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