La imagen de San Juan Pablo II encabezó la celebración litúrgica de su santidad, en el aniversario 47 del inicio de su Pontificado. Fotos Romafor.

Con un «llenazo hasta las banderas» como se diría en una monumental actividad deportiva, la Catedral San Juan Pablo II llevó a cabo una solemne Misa para conmemorar el Día de San Juan Pablo II, el ‘Papa bueno’, cuyo recordatorio celebró la Iglesia Católica guayanesa de manera muy especial.

Encabezó Monseñor Carlos Cabezas Mendoza

Los actos, como es lógico suponer se cumplió en la culminada etapa I de La Catedral San Juan Pablo II, en horas de la tarde noche, y fu encabezada por Monseñor Carlos Alfredo Cabezas Mendoza y una numerosa congregación de sacerdotes que llegados desde diferentes parroquias católicas de Ciudad Guayana, acompañaron la importante celebración.

Hay que recordar que precisamente este 22 de octubre de 1978, se inició el Pontificado como Papa, de San Juan Pablo II, un Papa que recorrió más de 120 países y que entre sus célebres frases recordamos: «¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!».

Todos los actos que se presentaron en la Misa Solemne, fueron organizados tanto por la Diócesis de Ciudad Guayana, como por el párroco de la Parroquia Catedral San Juan Pablo II, Gerardo Moreno.

La música de la Coral acompañó celestialmente el evento religioso cumplido, que precisamente arrancó con la entrada de Monseñor Carlos Alfredo Cabezas Mendoza junto al séquito de sacerdotes de varias de las más importantes Parroquias que pertenecen a Ciudad Guayana.

Monseñor Carlos Alfredo Cabezas, VI Obispo de Ciudad Guayana encabezó la celebración.

Estar preparados a la venida del Señor Jesús

Las lecturas del Evangelio en el marco de la proclamación de las lecturas bíblicas (la Palabra de Dios), -leída por Moncho- como es lógico suponer, permitió centrar un mensaje especial de Jesús de Nazareth, en el que se invita a «estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis», y donde el apóstol Pedro interrogó si decía esa parábola de manera particular o era para con todos.

Recogemos del Evangelio de Lucas, que «El Señor le dijo: ¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos para que a su tiempo les dé sus raciones? Dichoso aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. De verdad os digo que lo pondrá sobre todos sus bienes. Pero si aquel siervo dice en su corazón: «Mi señor tardará en venir»; y empieza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer, a beber y a embriagarse; el señor de aquel siervo llegará un día, cuando él no lo espera y a una hora que no sabe, y lo azotará severamente, y le asignará un lugar con los incrédulos. Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que no la sabía, e hizo cosas que merecían castigo, será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán…” que llenó aún más La Catedral de Ciudad Guayana de una vivencia particular que impregnó por completo, las almas y corazones de los feligreses asistentes a la celebración de San Juan Pablo II.

Todo ello porque esa reflexión que vierte el mencionado evangelio (cap. 12, versículos del 39 al 48), se centra en la preparación y la responsabilidad para la venida inesperada del Hijo del Hombre.

Numerosos padres y sacerdotes de Ciudad Guayana, se congregaron para esta celebración litúrgica santa.

Análisis de la Palabra Santa

Los versículos analizados en la Biblia, establecen que «la enseñanza principal es que a quien mucho se le da, mucho se le exigirá. Se compara la preparación con el dueño de casa que vigila al ladrón; los creyentes deben estar alerta y actuar como administradores fieles, usando los dones y talentos recibidos para servir a los demás» como los analistas católicos infieren sobre un pasaje que además advierte contra la infidelidad, la pereza y el abuso de autoridad, lo que resultará en severas consecuencias para el sirviente infiel».

Monseñor Carlos Cabezas Mendoza prosiguió con su Homilía –que en el contexto de la Misa católica significa discurso o platica- con una disertación que tocó en profundidad la celebración que se cumplía, y que centró la atención de las parroquias del entorno, que acudieron al llamado de la propia Catedral de Ciudad Guayana en común unión con la Diócesis de Ciudad Guayana, para darle a la celebración el profundo sentido que realmente se ganó por sus obras, Juan Pablo II, el también llamado Papa de la Misericordia.

Debemos destacar, para quienes aún no conocen la primera fase que ha sido construida de este importante templo religioso, que el clima ambiental interno, permitió a las casi 500 personas asistentes, sentirse bien cómodos para escuchar muy detenidamente la palabra del Señor.

La visita de San Juan Pablo II y la peregrinación cumplida por el sumo pontífice el 29 de enero de 1985 –hicieron 40 años el pasado mes de enero- fue tema tocado por Monseñor Cabezas Mendoza, además de la importancia que para el Mundo total, adquirió la figura del ‘Papa Bueno’ y destacó «el hecho de la visita de Juan Pablo II a estas tierras que hoy pisamos, y el valor que arrojó su visita a Ciudad Guayana», detalló el máximo exponente católico de la Diócesis de Ciudad Guayana.

La Misa continuó con una especial devoción de los Obispos, padres y sacerdotes reunidos en el Alta Mayor de La Catedral, ante el Crucifijo frontal que posee la edificación Católica, y la exposición de la ostia consagrada en medio de la celebración eucarística, resonando entre otros aspectos, el Padre Nuestro que retumbó las paredes de la referida Catedral.

La Coral de La Catedral acompañó de buena manera la comunión de los feligreses, cerrando en este capítulo de la celebración, el infaltable tema “El Peregrino” que recordó como ayer, la gran celebración cumplida por Juan Pablo II a Ciudad Guayana, ese inolvidable 29 de enero de 1985.

La señora Olga de Ribero, “Mamá Olga” celebró en la Catedral de Guayana “San Juan Pablo” II sus 96 años de edad. Pertenece a la Parroquia Nuestra Señora de Coromoto (Los Olivos).

Cumpleaños 96 y donación de imagen de José Gregorio Hernández

Luego dos actos marcaron el cierre excepcional de la celebración, el primero el “cumpleaños feliz que se le cantó a la señora Olga de Rivero de 96 años, feligresa perteneciente a la Parroquia Nuestra Señora de Coromoto (Los Olivos que encabeza el padre José Gregorio Salazar) y luego la colocación de la imagen de José Gregorio Hernández Cisneros en el retablo construido para la especial ocasión.

La obra religiosa fue una donación de los esposos Héctor Guaicaipuro Sulbarán y su esposa Kathalina Brito, y que acompañaron a colocar en su nuevo lugar, los Obispos Mariano Parra Sandoval –IV Obispo de Ciudad Guayana- y Monseñor Carlos Alfredo Cabezas Mendoza, dándole punto final a la conmemoración del Día de San Juan Pablo .

La ocasión la cerró el grupo de sacerdotes, padres y Obispos para un compartir que sellaron junto a grupos religiosos y católicos que hacen vida en La Catedral San Juan Pablo II y que permiten la ampliación del mensaje religioso católica, apostólico y romano, y además mariano, ésta último como un recordatorio que tenemos en la Virgen María, como una figura altamente protagónica de la cristiandad –por Cristo- por los años de los años, Amén.

Los Monseñores Carlos cabeza y Mariano Parra Sandoval junto a la pareja de esposos católicos comprometidos, Héctor Guaicaipuro Sulbarán y Kathalina Brito tras la donación de la imagen de San José Gregorio Hernández.

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