El presidente de Chipre, Nikos Jristodulidis, y el primer ministro libanés, Najib Mikati, acordaron este lunes en Beirut trabajar hacia un acuerdo migratorio entre la Unión Europea (UE) y el Líbano, después de que en la última semana llegaran cientos de migrantes sirios a las costas chipriotas.
«Se acordó que Chipre hará un esfuerzo con la Unión Europea para establecer un ‘marco práctico’ con el Líbano, similar a lo ocurrido entre la UE y Egipto y Túnez. Este posible paso proveería al Gobierno libanés de más ayuda necesaria y daría a los refugiados sirios incentivos para regresar a su país», informó el Ejecutivo libanés en un comunicado.
El entendimiento fue alcanzado durante un encuentro en la capital libanesa en presencia de un nutrido grupo de alto cargos de ambos países, entre ellos los ministros chipriotas de Exteriores e Interior, Konstantinos Kombos y Konstantinos Ioannou.
Según la nota de la presidencia del Consejo de Ministros libanés, Jristodulidis alertó durante la reunión del «gran número» de inmigrantes que están partiendo de las costas sirias y libanesas, y consideró necesaria una solución permanente que pasa por presionar a la UE, así como a otros foros internacionales.
El presidente cree que la clave está en el regreso de los refugiados sirios a su país, por lo que la comunidad internacional debe financiar más proyectos de desarrollo en Siria y estimular su retorno, de acuerdo con declaraciones recogidas por el Gobierno libanés.
Pese a que tras trece años de guerra los frentes de batalla están prácticamente congelados en Siria, organizaciones de derechos humanos consideran que el retorno no es seguro debido en parte a las represalias que las autoridades de Damasco pueden tomar contra quienes abandonaron el país.
Siete millones de habitantes
«Es necesario que la Unión Europea y el resto de la comunidad internacional den hoy nuevos pasos y reconsideren sus políticas sobre la seguridad de Siria, porque la mayoría de las regiones sirias se han vuelto seguras para el retorno de las personas refugiadas», insistió Mikati, por su parte.
El Líbano, con menos de siete millones de habitantes, acoge al mayor número de refugiados sirios per cápita del mundo, alrededor de 1,5 millones, según estimaciones oficiales.
El Gobierno libanés insiste desde hace tiempo en que los refugiados sirios deben retornar a su país al no poder seguir compartiendo recursos con ellos debido a la grave crisis económica que sufre el Líbano desde finales de 2019.
El primer ministro libanés explicó este lunes que tanto Chipre como el Líbano van a «elevar sus voces» en los organismos regionales de los que forman parte respectivamente, incluidos la UE y la Liga Árabe, para ayudar a hallar una solución a la migración siria, reza el comunicado.
En la última semana, el Gobierno chipriota ha expresado su preocupación por un reciente aumento en la llegada a sus costas de embarcaciones con migrantes sirios procedentes del territorio libanés, registrando una fuerte oleada desde finales del mes pasado.
Este domingo, Jristodulidis se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para abordar el incremento de llegadas de los últimos días y analizar formas de lidiar con el asunto a través de una mayor implicación comunitaria, según informó el presidente chipriota en X.
Con el inicio de la crisis económica en Líbano, se disparó el número de embarcaciones que partían de las costas libanesas rumbo a Europa vía Chipre, un fenómeno que se habría intensificado de nuevo en medio del conflicto iniciado hace seis meses entre el grupo chií libanés Hizbulá e Israel.
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