Un equipo internacional de científicos ha hallado indicios de que los neandertales cazaban a propósito al león de las cavernas, un mamífero carnívoro estrechamente relacionado con los leones actuales pero ya extinto.
Los investigadores, coordinados por el científico Gabriele Russo, del grupo de Prehistoria y Arqueología la Universidad de Tubinga, han analizado el esqueleto casi completo de un león de las cavernas de Siegsdorf, excavadas en 1985 y datado hace unos 48.000 años, y hoy publican sus conclusiones en la revista Scientific Reports.
Las heridas punzantes en la caja torácica del león sugieren que los neandertales mataron al gran felino con una lanza de madera, y podrían representar el ejemplo más antiguo de caza y descuartizamiento de leones por estos antiguos humanos, y los investigadores han hallado también las pruebas más antiguas de que los neandertales utilizaron su piel.
Las interacciones entre los neandertales y los leones de las cavernas no están claras y poco conocidas, a pesar de la abundante representación de estos últimos en otras culturas humanas antiguas, como las pinturas rupestres de Homo sapiens.
Restos estudiados por los científicos
Los restos estudiados pertenecen a un león de las cavernas antiguo y de tamaño mediano, y la presencia de marcas de corte en huesos como dos costillas, algunas vértebras y el fémur izquierdo recomendaba que los antiguos humanos habían descuartizado al gran felino tras su muerte.
Ahora, sin embargo, los autores describen una herida punzante parcial en el interior de la tercera costilla del león, que parece corresponder a la marca de impacto de una lanza con punta de madera, provocando heridas muy similares a las encontradas en las vértebras de los ciervos que los cazaban por los neandertales.
Así, los autores han propuesto que el espécimen de Siegsdorf representa la primera prueba de que los neandertales cazaban leones de las cavernas a propósito.
Análisis de huesos
Los científicos también analizaron huesos de falanges y sesamoideos de los dedos de los pies y las extremidades inferiores de tres especímenes de león de las cavernas de Einhornhöhle, excavados en 2019 y datan de hace aproximadamente entre 55.000 y 45.000 años.
Estos huesos también muestran marcas de corte consistentes con las que se generan cuando se despelleja a un animal, y la presencia de los huesos modificados por el hombre implica que los dejaron dentro de la piel de león y luego lo abandonaron en el sitio.
La ubicación de estas marcas de corte sugiere que se actuó con cuidado durante el proceso de desollado para asegurar que las garras se conservaran dentro de la piel, y según los autores de la investigación conocida hoy esta puede ser la primera prueba de que los neandertales utilizaron una piel de león, posiblemente con fines culturales.
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